TRASTORNO DE ANSIEDAD: TE CONTAMOS CÓMO TRATARLO

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es algo común en la vida de las personas, a todos nos inquietan temas como el dinero, la salud, la felicidad de nuestros seres queridos y un largo etcétera. Por tanto, podemos deducir con esto que todos hemos sufrido, en mayor o menor medida, algún trastorno de ansiedad. Esto resulta algo normal, pero el problema real aparece cuando respondemos de forma muy intensa y de manera muy frecuente a situaciones concretas. La ansiedad funciona en el cuerpo de la persona como un mecanismo de defensa que tiene como objetivo el de mantener activo al organismo para que pueda así luchar contra las amenazas que nos vienen del exterior.

A medida que vamos cumpliendo años y vamos introduciéndonos cada vez más en la sociedad, las posibilidades de que la suframos aumentan, debido a que cada vez vamos teniendo más responsabilidades y muchas más preocupaciones. Pero existen muchos tipos de trastornos de ansiedad y no todas funcionan de la misma manera, por tanto veremos ahora de cuáles se tratan y cómo actuar ante cada una de ellas.

• Síntomas.

Existen muchos y muy distintos tipos de síntomas según de qué ámbito estemos hablando, por tanto, lo mejor es separarlos en grupos. Algunos de éstos síntomas son:

1- Cognitivos:

• Agobio.
• Inseguridad.
• Sentirse vacío y/o en peligro.
• Temer a la muerte.
• Mayor dificultad para concentrarse.
• Encontrarse más despistado y confuso.
• Dar mayor relevancia a las cosas malas que te pasan que a las buenas.

2. Fisiológicos:

• Mayor sudoración.
• Cansancio.
• Falta de aire.
• Vómitos.
• Mareos.

3. Sociales:

• Dificultades para mantener conversaciones.
• Mayor irritabilidad.

4. De conducta:

• Mayor torpeza a la hora de actuar.
• No poder pararse quieto.
• Mayor rigidez corporal.

• Tipos de trastornos de ansiedad.

– Agorafobia.

Este tipo de trastorno se caracteriza por la aparición de una sensación de miedo ante distintos tipos de lugares o situaciones.  Esto hace que la persona se sienta como atrapada en ella y sin posibilidad de salir, por tanto, en el futuro intentará evitar que se le presente una situación similar, para así impedir sufrir un nuevo ataque de ansiedad. Por lo general, las personas sensibles a este tipo de trastorno se sienten más seguras acompañadas por algún amigo o familiar.

Los síntomas más frecuentes son:

• Temor de ir a sitios con grandes concentraciones de personas.
• Miedo de salir de casa sin compañía.
• Temor a los lugares cerrados.

Existen casos, más complicados aún, de personas que además de agorafobia sufren trastornos de pánico, el cual veremos a continuación. Ante esta situación, los síntomas son mayores y más preocupantes. La persona puede sentir que está sufriendo un ataque al corazón o hasta que se está muriendo.

Tratamiento.

Como en casi todos los trastornos de ansiedad, el tratamiento se basa en psicoterapia y/o medicamentos. Suele ser un proceso largo, pero con el tiempo se nota la mejoría.

La psicoterapia, mediante la terapia cognitivo-conductual, lo que plantea para mejorar los síntomas es mediante un proceso de aprendizaje de habilidades prácticas. Con este aprendizaje, se pretende que el afectado consiga enfrentarse a las preocupaciones que le ha impedido llevar una vida normal, y a la larga, poder poner fin a este problema y poder hacer todo aquello de lo que antes huía.

En cuanto a los medicamentos usados para este trastorno, son medicamentos antidepresivos, llamados más concretamente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como puede ser el Prozac. O bien, medicamentos propios para la ansiedad, los cuales, tienen la función principal de reducir los síntomas a corto plazo.

– Trastorno de pánico.

Este tipo de trastorno provoca ataques de pánicos, sin motivo aparente. La característica principal es que estos ataques pueden aparecer en cualquier momento, no sigue un sentido lógico como podría pasar con la fobia específica, ya que no hay un motivo o una situación concreta que haga tener estos ataques. Por tanto, aparecen sin previo aviso.

Alguno de los síntomas fisiológicos que pueden aparecer son:

• Taquicardia.
• Escalofríos.
• Aumento de la temperatura corporal.
• Mayor dificultad al respirar.
• Dolores en la parte del pecho.
• Miedo ante la idea de morir.
• Sensación de ahogo.

Tratamiento.

Mediante psicoterapia, el paciente logra comprender su manera de reaccionar ante tal situación y le ayuda a modificarlos, mediante algunos procesos como el de intentar controlar el estrés que le produce.

Las medicinas a usar en este trastorno son sedantes. Estas deben siempre estar recetado previamente por un especialista, y seguir a rajatabla la dosis que te recete.

– Trastorno de ansiedad generalizada (TAG).

Como hemos dicho, las personas tienden a preocuparse por las cosas y esto les provoca ansiedad, pero los que sufren este tipo de trastorno lo sufren muchísimo más. Se preocupan de manera desproporcional por cosas que no tienen tanta relevancia y además, les resulta prácticamente imposible poder controlarla. Y ésto, por tanto, les afecta a su vida cotidiana.

Por lo general, el trastorno de ansiedad generalizada, suele aparecer en la época de la adolescencia y/o al comienzo de la edad adulta. Esto es así, en parte, debido a que son etapas en las que el ser humano empieza a tener responsabilidades en el día a día que antes no tenía, y ésto le produce cierto estrés. Existen también casos en edad infantil de este tipo de trastorno.  Además, estudios confirman que se da más en mujeres que en hombres. Cuando aparece este trastorno, las personas suelen reaccionar de las siguientes maneras:

En la etapa de la adolescencia y adultez:

• Preocupación excesiva por las cosas que le suceden en el día a día.
• Dificultad para concentrarse.
• Tener distintos tipos de dolores, como pueden ser dolores de cabezas, del estómago, musculares, etc.
• Mayor necesidad de ir al baño.
• Aparición de cansancio excesivo.
• Dificultades para conciliar el sueño.

En la etapa infantil:

• Preocupación por su rendimiento en el colegio.
• Provocada por acontecimientos como guerras o algún tipo de catástrofe.

Tratamiento.

A la hora de tratar este tipo de ansiedad, lo primero que se debe de hacer es acudir al especialista para que pueda realizar un diagnóstico real, y confirme así que se trata de un problema de ansiedad. Una vez confirmado, la forma de tratarlo es, normalmente, mediante:

A) Un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual. Aquí el psicólogo lo pone en situaciones de estrés y le enseña distintas maneras de actuar ante tales situaciones, con el fin de reducir la ansiedad;

B) Con medicamentos. El médico realizará un estudio minucioso, para saber cuál es la dosis concreta a medicar. Algunos de los medicamentos posibles son: Benzodiacepinas; inhibidores selectivos de recaptación de serotonina; inhibidores de recaptación de serotonina y norepinefrina.

C) Con una mezcla de ambos.

– Trastorno de ansiedad obsesivo-compulsivo (TOC).

Para hablar de este trastorno, dos conceptos resultan clave para poder entenderlo. Estos son 1) obsesiones; y 2) compulsiones.

Las personas que sufren de este tipo de ansiedad se caracterizan por tener continuos pensamientos y miedos irracionales, a los cuales se les denomina obsesiones. Y a la manera de actuar en consecuencia a esto, compulsiones. Es un trastorno que crea mucha ansiedad, puesto que se basa continuamente en la repetición de obsesiones y compulsiones. Es un trastorno crónico y la gravedad de los síntomas no siempre son los mismos. El estrés es bastante importante, ya que una persona con facilidad para el estrés suele tener síntomas mas graves.

Algunas de las obsesiones más comunes podrían ser:

• Preocuparse, de forma abusiva, por la limpieza, por lo que actúan con mucho cuidado para evitar ensuciarse o posibles contaminaciones.
• Procurar que todo esté ordenado de manera sistemática.
• Preocupación por el temor a perder alguna cosa.
• Facilidad para tener pensamientos indeseados sobre temas diversos.

En cuanto a las compulsiones, las más frecuentes podrían ser:

• Recurrente lavado y limpieza corporal. Varias veces durante el día.
• Asegurarse varias veces de algún acontecimiento o situación. Por ejemplo, asegurarse más de una vez de que se ha cerrado el coche.
• A la hora de contar algo, asegurarse varias veces de que las cuentas están bien hechas.
• Ordenar todo aquello que consideren en desorden.
• Elevado número de rutinas, las cuales tienen que hacerse siempre de la misma manera.

Tratamiento.

Antes de realizar un diagnóstico, el especialista suele hacer entrevistar al afectado para asegurarse de que realmente está pasando por este tipo de trastorno. En caso afirmativo, se le ofrece un tratamiento llamado terapia cognitivo-conductual o bien mediante medicamentos.

Mediante la terapia, a la persona se le presenta continuamente aquello que hace que despierte estas situaciones en él, con el objetivo de que el paciente consiga sobreponerse a estas obsesiones, procurando que pueda tolerarlas, sin tener que realizar dichos actos compulsivos.

En cuanto a los medicamentos, éstos son antidepresivos o antisicóticos.

– Trastorno de ansiedad social.

En este tipo de trastorno, la persona afectada tiene una sensación de miedo, de temor, ante distintas situaciones sociales. Por ejemplo, a la hora de dar un discurso en público, a bailar estando rodeado de personas, a asistir a una entrevista de trabajo, a conocer personas nuevas, etc. Las personas tímidas tienen más opciones de sufrir este tipo de trastorno. La etapa de la vida en la que suele aparecer este tipo de ansiedad es en la juventud.

Alguno de los síntomas que padece una persona con este trastorno son:

• Mayor sudoración.
• Postura rígida del cuerpo.
• Aumento de la rapidez de los latidos del corazón.
• Dificultad para relacionarse con las personas por, en parte, miedo a ser juzgadas.
• Alejarse de los lugares en los que hay personas.

Tratamiento.

La psicoterapia, mediante la terapia cognitivo-conductual, trata de ayudar al paciente a desenvolverse socialmente.

Los medicamentos a tomar serían de tres tipos:

Ansiolíticos: Son medicamentos muy fuertes y el efecto es casi inmediato. Se tiene que tener especial cuidado, ya que si no se toma de forma adecuada puede crear dependencia.

Antidepresivos: Los efectos tardan mucho en hacer efecto. Con este tipo de medicamento se debe de tener cuidado porque puede provocar efectos secundarios.

Betabloqueadores: Son usados para eliminar algunos de los síntomas propios de este trastorno, como puede ser el latido rápido del corazón.

– Fobia específica.

Fobia se podría definir como el temor irracional que existe hacia cualquier cosa, persona o situación. Este tipo de ansiedad es de las más frecuentes que existen. Por lo general, es de los trastornos menos importantes, puesto que no afecta de manera considerable al trascurso de la vida, aunque hay casos en los que perjudica seriamente al día a día. Las fobias se caracterizan por ser muy duraderas.  Existen muchos tipos de fobias diferentes y a cada una se la denomina de una manera concreta.

Las fobias, normalmente, pueden empezar a aparecer por vez primera en la infancia, a los diez años aproximadamente. En cuanto a las causas de la aparición de estas fobias no hay nada seguro, pero se suele achacar a varios factores: Resulta algo hereditario; el carácter que se tenga también es importante, puesto que a mayor sensibilidad, más opciones de que puedan aparecer y también por vivencias negativas pasadas.

La ansiedad por fobia específica suele provocar los siguientes síntomas:

• Aparición de un sentimiento de miedo al entrar en contacto con la fobia en cuestión.
• Impotencia al saber que son miedos exagerados, pero no poder hacer nada para contrarrestarlo.
• Ansiedad progresiva, a medida que se va acercando el momento de entrar en contacto con la situación/cosa.
• Nerviosismo descontrolando, provocando con él sudores o latidos acelerados del corazón.
• Puede llegar incluso a provocar vómitos o desmayos.

Ahora veremos las fobias más comunes:

• A animales o insectos, como las cucarachas.
• Por la naturaleza en sí, como puede a la lluvia, a los árboles…
• A situaciones concretas, como montarse en un avión.
• Por todo lo relacionado con la sangre, por ejemplo a inyecciones.
• A lugares altos.
• También existen otras muchísimas fobias que no se enmarcan en ningún grupo, por ejemplo a los payasos, a dormir, a algún color en concreto…

Tratamiento.

El tratamiento a seguir es muy parecido al del trastorno de ansiedad generalizada, es decir, mediante psicoterapia, o bien, con medicinas (sedantes) siempre controladas por el especialista.

– Trastorno de ansiedad por estrés post-traumático (TEPT).

Las personas que sufren este tipo de trastorno es provocado por la aparición de un trauma. Se podría definir trauma como una herida dejada, por un golpe emocional, y que dura en el inconsciente durante mucho tiempo. Existe trastorno post-traumático cuando el cuerpo no consigue recuperarse de esa herida, es decir, el cuerpo continúa secretando las hormonas y los químicos que provoca el estrés por dicho golpe emocional.

Algunos de los sucesos que pueden provocar este tipo de trastorno son:

• Abuso sexual.
• Cualquier tipo de agresión.
• Accidentes importantes.
• Guerras.
• Violencia doméstica.

Tratamiento.

Existe tratamiento para este trastorno, pero antes, un especialista debe de diagnosticar que realmente existe tal trastorno. Para ello, los síntomas deben de existir durante al menos un mes. Los tratamientos a seguir son los siguientes:

A) Mediante un tipo de psicoterapia llamada desensibilizacion. Este consiste en que el especialista le hace recordar el hecho en cuestión que lo traumatiza y deja que se exprese ante tal suceso. Poco a poco, irá viendo esos recuerdos menos dolorosos.

B) Mediante medicinas. El médico recomendará la dosis exacta y el medicamento a seguir. Es un proceso largo, por tanto, no debemos de interrumpir el procedimiento ni modificarlo en caso de no notar mejoraría pronto.

C) Mediante ambos.

Además de esto, tratar el tema, expresar lo que se siente y aceptar el apoyo de personas de confianza también puede resultar algo muy beneficioso.

• Consejos para ayudar a una persona con ansiedad.

1. Intenta informarte lo máximo posible del tipo de ansiedad que sufre la persona afectada. Cuanto más se sepa, más se podrá entender por lo que está pasando realmente.
2. Se positivo y realista y no le mientas. Apóyala a hacer frente a sus problemas y dale confianza de que lo superará.
3. Procura mantenerla motivada y valora el esfuerzo que está haciendo para contrarrestarla, ya que por poca mejoría que haya, resulta realmente importante.
4. El lenguaje y el tono de voz con el que se habla también es muy importante. Hacerlo con un tono de normalidad.
5. Además de tener a una persona para contar sus problemas, también necesita de alguien que le presente un ambiente relajado y pueda así pasarlo bien y distraerse. Intenta ofrecérselo.
6. Dale consejos para que reduzca la ansiedad por ella misma, tales como: a) Controlar la alimentación. tomar sobre todo alimentos con mucha azúcar y frutas. b) eliminación de alcohol, nicotina y cafeína; c) realizar respiración profunda cuando las crisis le aparezca, etc.
7. Y como último consejo, tan evidente como importante, tratar de tomarnos todos la vida, en la medida de lo posible, con mayor tranquilidad y relajación. Relativizar todos los problemas que se tendrán a lo largo de nuestras vidas. Seremos mucho más felices así.