La sopa de cebolla es una sopa gratinada hecha con este vegetal, tradicional de la cocina francesa y numerosas regiones productoras de cebollas.
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Historia de la sopa de cebolla
Las sopas de cebolla han sido populares al menos desde la época romana . A lo largo de la historia, a menudo se los consideraba alimento para personas modestas, debido a la abundancia de cebollas y la facilidad para cultivarlas. La versión moderna de esta sopa de vino de Francia en el siglo XVII, elaborada con pan seco o trocitos de pan , caldo de ternera y cebolla caramelizada .
La leyenda sobre su origen
Cuenta la leyenda que la sopa de cebolla fue inventada por el rey Luis XV. A altas horas de la noche, cuando estaba en su pabellón de caza, descubrió que solo tenía cebollas, mantequilla y champán como provisiones . Cocinó los tres ingredientes e hizo la primera sopa de cebolla. Otras historias atribuyen la paternidad de esta especialidad al rey Luis XIV.
El auténtico inventor de esta sopa
Nicolas Appert , el inventor de las conservas, trabajó un tiempo como cocinero en el hotel de La Pomme d’Or . Es en esta posada donde Stanislas Leszczynski , duque de Lorena y ex rey de Polonia, se hospedaba cada año en el camino a Versalles para visitar a su hija, la reina María, esposa de Luis XV. Una noche le sirvieron una sopa de cebolla que encontró «tan delicada y tan cuidada, que no quiso continuar su viaje sin haber aprendido a preparar una similar». Envuelto en su bata, Su Majestad bajó a la cocina y quería que el chef operara ante sus ojos. Ni el humo ni el olor a cebolla, que le arrancaban grandes lágrimas, podían distraer su atención; lo observaba todo, lo anotaba y no se fue hasta estar seguro de que había aprendido el arte de hacer una excelente sopa de cebolla .
Nicolas Appert le dedicó esta sopa, dándole el nombre de “sopa de cebolla a la Stanislas” y publicó la receta en su Libro de todos los hogares o el arte de conservar durante varios años todas las sustancias animales y vegetales de 1831:
Quitamos la costra de la parte superior de un pan, lo partimos en pedazos y lo presentamos al fuego por ambos lados. Cuando estas costras estén calientes, frótelas con mantequilla fresca, y vuelva a colocarlas en el fuego hasta que estén un poco tostadas; luego se colocan en un plato mientras se fríen las cebollas en mantequilla fresca, generalmente tres grandes, cortadas en cubos pequeños; se dejan al fuego hasta que se vuelven de un hermoso rubio, un poco oscuro, un color que se les puede dar bastante parejo removiéndolos casi continuamente; luego agregue las cortezas, todavía revolviendo, hasta que la cebolla se dore. Cuando haya adquirido suficiente color, mojarlo con agua hirviendo.
Otras versiones
Al mismo tiempo, la sopa de cebolla adquirió un significado completamente diferente: su capacidad para ocultar los aromas de los vinos y licores, no de una copa o dos, sino de un consumo marcado. La reputación de la sopa de cebolla se convirtió entonces en la de «la sopa de los borrachos» . Esta fama la ha convertido en parte de las costumbres de personas que podían así, en las ocasiones en que tomaban exceso de alcohol, consumir un plato de esta comida para disimular el aliento alcohólico.
En Auvernia , esta receta ha sido elaborada tradicionalmente por los pastores mientras acompañaban en la trashumancia al ganado, y con materiales fáciles de conservar: cebollas y manteca de cerdo; hacían su propio queso en el lugar con la leche de su ganado.
Preparación básica
La sopa de cebolla se prepara dorando y/o caramelizando cebollas picadas en una grasa o aceite. Se agrega agua o caldo, en ocasiones algún licor, y se deja hervir un poco antes de poner la sopa en tazones y decorarla con pan y queso rallado y hornearla por unos minutos para que se gratine. Se sirve muy caliente como entrante.
Si usas un buen pan de masa madre, un queso curado de leche cruda y mantequilla de pasto, el resultado además de delicioso será mucho más saludable.
Ingredientes para cuatro personas
- 500g de cebollas
- 75 g de mantequilla salada
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de harina
- 2 litros de caldo de pollo
- 10 cl de vino blanco seco
- Tomillo
- Laurel
- 200g de queso mantecoso rallado
- Sal
- Pimienta
- Nuez moscada
- 8 rebanadas de pan
Preparación
- Derrite la mantequilla en una cacerola grande, y cuando esté totalmente fundida y caliente, agrega las cebollas finamente picadas.
- Dora las cebollas despacito, hasta que se caramelicen pero sin quemarlas. Agrega un poco de agua si se tiñen demasiado pronto.
- A continuación, incorpora la harina y el vino blanco, mezcla todo y vierte el caldo de pollo.
- Sazona al gusto y cocina a fuego lento durante aproximadamente una hora.
- Introduce la mitad del pan pan y del queso en el fondo de cuatro platos hondos que puedan ir al horno
- Vierte la sopa y colocar los trozos de pan restantes y el queso rallado encima.
- Espolvorea con pimienta, ojalá recién molida.
- Por último, introduce los platos en el horno y enciende el grill hasta gratinar el queso.
- Sírvela muy caliente y disfruta.
Algunas variantes de la receta de sopa de cebolla
Aunque la receta francesa clásica es insuperable, te dejo algunas ideas para variar un poco.
Sin caldo de carne
Cuando ya tengas bien caramelizada la cebolla, sustituye el caldo por agua y añade media copita de jerez y/o vino. El sabor te sorprenderá.
Con cerveza negra
Sustituye la mitad del caldo por cerveza negra tipo Guinnes.
Para hacer una sopa de cebolla vegetariana, utiliza caldo de verduras. Para la versión sin ingredientes de origen animal, sustituye el queso por algún sucedáneo vegano.
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