SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN: ¿CÓMO AFRONTARLA?

¿Qué es la depresión?

Es un trastorno afectivo que se caracteriza por la manifestación de malestar psicológico de la persona. Además, se suele relacionar con un sentimiento de tristeza profunda. Pero tristeza sentimos todos a lo largo de nuestras vidas, es un sentimiento común a todas las personas. Entonces ¿cuándo se puede considerar que se está pasando por una depresión realmente? Pues se podría decir que cuando este sentimiento se prolonga en el tiempo, seguido del cumplimiento de, al menos, varios síntomas de la depresión que veremos mas adelante.

La depresión, a diferencia de muchas otras enfermedades, ha existido durante toda la vida y ha afectado a todas las personas, sin importar su género, edad, carácter, situación social o situación económica. Pero es verdad que las personas más sensibles a emociones como la ansiedad o el estrés son más propensas que la sufran.

Por tanto es un tema bastante serio y como tal hay que tratarlo. Para ello, comenzaré mencionando los síntomas de la depresión más destacados.

Síntomas de la depresión:

• Cambio de humor sin aparente motivo para ello.
• Mostrar indiferencia ante situaciones, cosas y personas.
• Potenciación de emociones como la ansiedad.
• Mayor dificultad, que de costumbre, para divertirse y pasarlo bien.
• Mayor sensibilidad ante situaciones complicadas.
• Pensar que todo lo haces mal y que todo lo que pasa a tu alrededor es culpa tuya.
• Disminución de la aceptación del dolor.
• Cambios físicos en la persona, como por ejemplo: en el apetito, en el peso, alteraciones sexuales, etc.
• Complicaciones a la hora de dormir. Los ciclos del sueño son alterados, y ésto provoca cansancio durante el día.
• Mayor dificultad para tener fluidez en el habla, para retener información, para mantener la concentración, para tener agilidad mental, o para recordar cosas.
• Disminución de actividad física.
• Disminución de la calidad de vida provocada por alguno de los síntomas anteriormente mencionados, ya que afectará a las relaciones sociales, familiares o en el trabajo.
• Verlo todo de forma negativa.
• Sentirse «vacío» en el día a día
• Intentos de suicidios o pensamientos sobre ello.

¿Tienes algunos de los síntomas de la depresión y crees estar pasando por ella? Te proponemos algunos consejos:

• Comentar con una persona cercana cómo te sientes. Expresarle los sentimientos tal cual lo sientas, sin pensar que te pueda juzgar, ya que al fin y al cabo es una enfermedad más.
• Ante una situación adversa como la que podemos estar pasando, muchas veces no sabemos cómo vamos a reaccionar, por tanto, si se nos pasa mínimamente por la cabeza la idea del suicidio, lo que debemos de hacer inmediatamente es avisar a alguien de confianza para que esté con nosotros y nos ayude a pasar ese momento. Si se diera la situación en la que tuviéramos que estar solos, llamar al número 112 (teléfono que asiste al ciudadano ante cualquier emergencia).
• Distraernos con algo que nos guste, preferiblemente en compañía, con algo que nos haga evadirnos del problema y evitar situaciones que nos puedan provocar estrés.
• Y fundamentalmente, acudir a un médico especialista que pueda darnos una resolución definitiva y, si fuera necesario, nos pueda aportar un tratamiento a seguir.

Tipos de depresión.

• Depresión mayor.

Se relaciona con el estado de ánimo de la persona. Se ve reflejado en un sentimiento continuo de tristeza, de falta de ganas y de motivación para hacer cualquier cosas. Por tanto repercute muy directamente en el ámbito social, personal y laboral.

Para que podamos confirmar una depresión mayor, se deben de dar, al mismo tiempo, mínimo cinco de los síntomas de la depresión citados anteriormente, durante por lo menos dos semanas. Se necesita de un tratamiento individualizado, puesto que el trastorno puede aparecer de distintas maneras, dependiendo de la persona.

• Distimia.

Este trastorno, también llamado trastorno depresivo-persistente, es crónico, y suele ser de una intensidad menor al anterior. Puede aparecer y desaparecer durante años y la intensidad de los episodios también pueden ser distintos. Hay mas posibilidad de que aparezca este tipo de depresión en la niñez o en la adolescencia, por lo que es muy importante darles un tratamiento pronto.

• Depresión bipolar.

Las personas con esta enfermedad se caracterizan por tener cambios radicales en el estado de ánimo. Pueden presentarse eufóricos, con ganas de hacer de todo y con una energía poco común en la persona en cuestión, o bien todo lo contrario, deprimidos, sin energías y sin interés por nada. En cuanto a la frecuencia de los episodios no hay nada estipulado, pueden aparecer pocos o muchos durante el año. Desgraciadamente este trastorno es para siempre. El tratamiento lo que permite es controlarlo relativamente.

Existen varios tipos de trastornos bipolares, éstos son: Trastorno bipolar I; bipolar II; Trastorno ciclotímico.

• Trastorno ansioso-depresivo.

Son clasificados en este grupo aquellos que tienen, al mismo nivel, tanto ansiedad como depresión, por tanto sufren los síntomas propios de ambos. Estos dos trastornos tienen que darse a la vez en un mismo periodo de tiempo. Diagnosticar este trastorno es más complicado, ya que no puede darse un número de síntomas determinado que haga que se identifique solamente con uno de los dos trastornos. Pero, a la vez, no pueden ser lo suficientemente graves para que se tengan que diagnosticar por separado. Los pacientes que sufren de este trastorno suelen definirlo como angustiante.

• Depresión atípica.

Se caracteriza por una mejora en el estado de ánimo, motivado por situaciones positivas. Algo común en las personas con este tipo de depresión es el aumento de peso debido al incremento de apetito; el aumento de las ganas de dormir; de la pesadez de las extremidades; y una sensación de rechazo por las personas.

• Depresión post-parto.

Se produce cuando la madre da a luz a su hijo. Aparece a los 2 – 4 días después del parto y se suele ir a las 2 semanas. Hay dos tipos:

     A) Babyblues.

Afecta de forma leve al ánimo de la mujer y no necesita tratamiento, puesto que desaparece a los pocos días.

     B) Trastorno depresivo en sí mismo.

Es completamente distinto al anterior. Aparece a los 2 meses del parto y tiene síntomas más fuertes. Síntomas físicos, tales como dolores de cabeza y; síntomas psicológicos tales como ideas suicidas. Este tipo de trastorno sí necesita tratamiento.

• Trastorno afectivo estacional.

Es un tipo de trastorno que se relaciona con las estaciones del año. Los síntomas de la depresión aparecen y desaparecen dependiendo de la estación en la que nos encontremos. No hay ninguna estación que se libre de este trastorno, pero lo más común es que se de cuando está finalizando el otoño y al comienzo del invierno y desaparezca en la primavera o el verano. Por lo general, a medida que se va avanzando en la estación los síntomas suelen aumentar.  Por tanto, el sol es un elemento clave para los que sufren de este trastorno.

Causas de la depresión.

Ante la aparición de sucesos negativos, cada persona reacciona y lo afronta de maneras muy distintas. Lo que para uno puede significar un golpe del que se repondrá en unos días, para otros, esa misma situación, lo dejará marcado durante muchísimo más tiempo. Por tanto, es un detalle muy importante a conocer a la hora de diagnosticar al paciente.

• Síntomas de la depresión producidos por causas genéticas.

Si tus hermanos o padres han pasado por alguna depresión durante su vida, las opciones de que puedas padecer esta enfermedad en algún momento aumentan considerablemente. Por tanto, se podría decir que va en los genes, como sucede con otras muchas enfermedades. Hay estudios que confirman que hay 214 genes en el ser humano relacionados con la posibilidad de padecer una depresión.

• Síntomas de la depresión producidos por causas personales.

     a) Género.

Está demostrado que estos trastornos afectan más a las mujeres que a los hombres. Esto es así, en gran medida, por la época de embarazo, ya que se producen muchos cambios hormonales y; posteriormente el post-parto.

     b) Edad.

Para una persona adulta, los rangos de edad en los que la posibilidad de sufrir una depresión es mayor, son los comprendido entre los 35 y 45 años.

La pubertad, es la época más sensible a poder sufrir una depresión por parte de los menores, puesto que son años en los que, se podría decir, el niño pasa a ser hombre. Y esto provoca que sea una etapa en la que hay muchos cambios hormonales muy importantes.

• Síntomas de la depresión producidos por causas fisiológicas.

Cuando hay una disminución de serotonina (neurotransmisor), aumentan las opciones de que aparezca una depresión. Esto es así debido a que esta serotonina regula ciertos estados de la persona como el estado de ánimo, el sueño o la memoria.

En este apartado también podemos incluir los factores producidos por alteraciones endocrinas. Las más comunes son la diabetes y el hipertiroidismo.

• Síntomas de la depresión producidos por causas ambientales.

Producidos por factores externos a la persona, tales como la situación familiar, laboral .. Estas situaciones pueden crear estrés en la persona y, motivada por ello, pueden conllevar a una depresión. Las opciones de que pase son mayores para las personas que suelan beber alcohol o tomar drogas.

Tratamiento.

      a) Psicoterapia.

Se trata de solucionar el problema mediante métodos psicológicos. Con un continuo trato con el paciente, el terapeuta procura detectar la raíz del problema y actúa en consecuencia para modificar su conducta y mejorar la calidad de vida del paciente. Existen muchos tipos de psicoterapia. Algunas de ellas son: Terapia cognitiva; psicoanalítica; psicodinámica; conductual, etc.

      b) Tratamiento farmacológico.

Este tratamiento no se suele utilizar cuando se trata de una depresión leve, puesto que suele ser curada, o al menos mejorada, mediante psicoterapia, pero si ninguna de las terapias anteriores ha tenido éxito, se suele acudir a fármacos para combatirla. Los fármacos más utilizados son: Antidepresivos tricíclicos; heterocícicos; inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; inihibodres de la monoaminoxidasa, etc.

      c) Terapia electrocompulsiva.

Este método se usa cuando se trata con pacientes con depresión severa. Con aquellas personas a las que no les ha funcionado ninguno de los métodos anteriores. El procedimiento a seguir es el siguiente: Se duerme al paciente, mediante un medicamento, para evitar que sufra dolor y; posteriormente, se realizan pequeñas corrientes eléctricas a través del cerebro, con el fin de que provoque cambios en el cerebro y puedan ayudar a eliminar o a mejorar el problema. Este procedimiento se debe de hacer durante aproximadamente diez sesiones.

Este artículo se ha hecho meramente con el objetivo de ayudar a conocer esta enfermedad tratando sus síntomas, causas, tipos y tratamientos a seguir. Desde aquí, apoyar a aquellas personas que estén pasando por esta enfermedad y animarlas a acudir a un especialista, como si se tratara de cualquier otra enfermedad, para que puedan diagnosticar su caso concreto y poder así, por fin, salir de este agujero en el que te encuentras ahora mismo y te impide ser feliz.