¿Te ha sucedido que te sientes con un agotamiento inexplicable? ¿Has aumentado de peso y no entiendes la causa? Y, al mirarte al espejo, ¿has notado que te salieron estrías rojas o moradas? Bueno, si bien es cierto que pueden existir muchas otras causas para los síntomas anteriores, una posibilidad que no debe descartarse es el Síndrome de Cushing. En éste artículo te explicaré los signos, síntomas y expectativas respecto a este padecimiento.
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¿Qué es el Síndrome de Cushing?
En términos simples, es la condición que se da en el cuerpo cuando nuestro organismo está expuesto a niveles inusualmente altos de una hormona llamada «cortisol». Debido a esto, también es conocido como hipercortisolismo.
Recordemos que las hormonas son los mensajeros químicos que producen ciertos órganos de nuestro cuerpo, llamados glándulas, para indicar a otros órganos y tejidos que deben realizar o interrumpir alguna actividad.
¿Cuál es la función del cortisol en el organismo?
En el caso del cortisol, es una hormona de tipo esteroide, que es elaborada por las glándulas suprarrenales. Éstas glándulas se encuentran sobre los riñones. El cortisol (al igual que la adrenalina) es conocida como «hormona del estrés», porque se activa ante situaciones que nuestro cuerpo identifica como potencialmente peligrosas. Ayuda a mantener la presión arterial y función cardiovascular a niveles altos; además, activa el metabolismo de glucosa, grasas y proteínas para que nuestro cuerpo tenga a su disposición suficiente energía para enfrentar la amenaza (nos prepara para «pelear o huir»). Una vez que el estímulo de «peligro» ha disminuido, este proceso debe detenerse para dejar descansar al organismo.
De manera normal, el cortisol es fundamental para mantenernos activos y productivos durante el día; disminuyendo gradualmente hasta llegar a niveles bajos por la noche. Es interesante destacar que, en las personas que trabajan de noche, su organismo se adapta invirtendo este proceso: más actividad del cortisol en la noche y menor en el día.
¿Qué pasa cuando hay niveles altos de cortisol?
El cortisol interviene en distintas funciones del organismo y, cuando el equilibrio se pierde, sus efectos pueden manifestarse en diversos cambios en el cuerpo. Sin embargo, sucede lentamente y a veces pueden tardar meses en notarse.
En el síndrome de Cushing existe una alteración en la forma en que el cuerpo utiliza las fuentes de energía.
Manifestaciones del Síndrome de Cushing. Imagen de @dr.hipocrates en Instagram.
Al afectar el metabolismo de las grasas en el cuerpo, existe un cambio en la forma en que se almacenan y distribuyen en el cuerpo. Aparece entonces una redondez marcada en el rostro (cara de luna llena); acumulación de grasa en el torso, espalda y el cuello (como una joroba). Por el contrario, se empieza a perder masa muscular; sobre todo en brazos y piernas. Es notorio el contraste entre las extremidades y el cuerpo.
Las alteraciones en el metabolismo de la glucosa pueden derivar en diabetes tipo 2; y, como la glucosa es el principal «alimento» del cerebro, empiezan a afectarse funciones mentales. Pueden aparecer confusión, afectaciones en la memoria, «periodos en blanco» e incluso alucinaciones. El sistema inmunológico se debilita y la cicatrización de heridas es lenta y complicada.
El efecto del cortisol sobre el sistema cardiovascular es importante también. Ese estímulo de «lucha o huída», a largo plazo produce hipertensión y, junto con la pérdida de masa muscular, existe una sensación de fatiga y debilidad constante. La piel se adelgaza y los moretones aparecen fácilmente, así como las estrías de color rojo o morado.
También se destaca el hecho de que existen alteraciones en la producción de hormonas sexuales. En mujeres se manifiesta con alteraciones en los ciclos menstruales (se vuelven irregulares o desaparecen por completo), crecimiento de vello facial y corporal (hirsutismo); muy semejante a lo que ocurre cuando hay Síndrome de Ovario Poliquístico. En los hombres hay disminución de la líbido y disfunció eréctil. La infertilidad es algo común, además. De igual modo lo es la osteoporosis y la pérdida del control de las emociones. Puede haber depresión, ansiedad y alteraciones en el estado de ánimo.
¿Cual es la causa del Síndrome de Cushing?
Las causas pueden ser de tipo externas o internas.
Cuando la causa es externa, se llama Síndrome de Cushing exógeno, y es el tipo más frecuente. En este caso, el cuerpo recibe grandes dosis de cortisol a través de medicamentos llamados corticoesteroides, como la prednisona. Ocurre más comunmente cuando el medicamento se administra por la vía oral (píldoras) o inyecciones, y rara vez por inhalación o aplicación cutánea. Éste medicamento es utilizado para el tratamiento de padecimientos como lupus o artritis. También se usa para tratar el asma y problemas de la piel; o como auxiliar en el caso de trasplantes (para inhibir el sistema inmunológico y evitar el rechazo).
Cuando la causa es interna, se llama Síndrome de Cushing endógeno. Es la causa menos frecuente y es el resultado de la aparición de algún tumor en alguna de las glándulas que participan en la regulación del cortisol en el organismo. Cuando el tumor está presente en la glándula en la glándula pituitaria, se llama Enfermedad de Cushing. Puede suceder también que exista un factor genético, llamado Síndrome de Cushing familiar, donde la formación de tumores que producen el síndrome es hereditaria.
Tener estrés crónico por causas psicológicas o sociales, malos hábitos de sueño o consumo excesivo de sustancias como café, alcohol o tabaco, afectan la producción de cortisol. En estos casos, también se mantienen elevados niveles de dicha hormona en la sangre y sus efectos en el organismo son muy semejantes a los del Síndrome de Cushing.
¿Cuál es el tratamiento para el Síndrome de Cushing?
Como en la mayoría de los padecimientos, el tratamiento depende de la causa que lo provoca.
Cuando el Síndrome de Cushing es de origen exógeno, el tratamiento consiste en disminuir (gradualmente) la dosis del medicamento que lo está causando. Nunca debe suspenderse abruptamente un tratamiento con corticoesteroides, debido a que el organismo ya se acostumbró a recibir de forma externa el cortisol que necesita para funcionar y deja de producirlo por sí mismo. Si se elimina la fuente de ese cortisol, el organismo puede tardar en responder para empezar a producirlo y al no existir en nuestro sistema, nos encontraríamos en serio peligro de salud.
Por otro lado, cuando el orígen es endógeno, el tratamiento consiste en extirpar el tumor causante del padecimiento. Ésto puede ser por medio de cirugía, radioterapia o combinación de ambas. Sin embargo, una vez establecido el diagnóstico, puede ser preciso tomar algunos medicamentos que contrarresten los efectos del cortisol; mientras se espera recibir el tratamiento definitivo.
En cualquier caso, un factor importante es el manejo adecuado de la dieta: principalmente alta en proteínas y potasio, para aminorar las pérdidas de tejido muscular; además de controlar los efectos en la glucosa elevada en sangre.
En conclusión.
El diagnóstico del Síndrome de Cushing es complicado, porque sus síntomas se asemejan a los de muchos otros padecimientos. Cuando la causa es externa, relacionada a consumo de fármacos corticoesteroides, los médicos están más alertas al desarrollo de este padecimiento. Sin embargo, cuando es de origen endógeno, resulta mucho más difícil identificarlo y el proceso para identificarlo es mucho más largo; debido a que deben realizarse muchas más pruebas para ir descartando los otros posibles diagnósticos.
Probablemente deba pasar por análisis de sangre y orina, en repetidas ocasiones; así como de saliva, para medir las concentraciones de cortisol y otras hormonas relacionadas. Igualmente pueden ser necesarios estudios de imágenes: rayos x, tomografías o resonancias, para identificar la presencia de tumores que confirmen el diagnóstico y den la pauta para el tratamiento. Cabe destacar que es más frecuente en mujeres que en hombres, en rangos de edad comprendidos entre los 25 y 45 años. Se estima que se presentan entre 0.7 y 2.4 casos por millón de habitantes al año, pero su diagnóstico depende mucho de la habilidad y enfoque clínico del médico que lo trate.
De ahí que sea muy importante realizarse chequeos periódicos, 1 o 2 veces por año (cuando existen factores de riesgo como hábitos poco saludables o enfermedades preexistentes).
El Síndrome de Cushing, como muchos otros padecimientos, pueden tardar meses o años en manifestar toda su sintomatología; y, aunque resulte difícil identificarlos en etapas tempranas, el hecho de tener un expediente con datos para comparar el estado de salud a lo largo del tiempo, es un elemento clave para poder realizar detecciones tempranas y tomar medidas lo antes posible.
Créditos imagen principal: Photo by Jen Theodore on Unsplash
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