¿Quién no se ha despertado con un dolor en el cuello casi insoportable, provocado por una contractura muscular? Prácticamente todo el mundo, ¿verdad? pero ¿por qué sucede esto, qué es exactamente una contractura muscular? La podríamos definir como la contracción de forma involuntaria y continuada de un músculo y sus fibras. Ésto provoca que se acumulen toxinas en las células musculares debido a que no puede llegarles sangre. Como consecuencia, nos provoca dolor y una gran rigidez en los músculos que nos impide moverlo de forma natural.
Las contracturas nos pueden aparecer tanto en aquellas actividades físicas que nos exigen un gran rendimiento a la hora de realizarlas, como en cualquier hábito del día a día como podría ser dormir o estar sentado, con una misma postura, durante mucho tiempo. Por tanto, hay que tener cierto cuidado con ellas. Ya que aunque no debería de revestir ninguna gravedad, sí son muy molestas en el día a día de la persona. Además, suelen durar varios días en desaparecer completamente.
Ahora te invito a que sigas leyendo, ya que a partir de ahora nos meteremos en faena y veremos las posibles causas de la aparición de estas contracturas tan molestas, además de aportar algunos consejos para procurar prevenirlas. ¿No te hacen falta los consejos por que ya la estás sufriendo? No te preocupes, aquí también te cuento la mejor forma de tratarlas.
Contenidos
Causas
Sedentarismo: No llevar una vida lo suficientemente activa aumentan las posibilidades de que puedas tener una contractura. Esto es así debido a que los músculos no están lo suficientemente acostumbrados y cuando realices alguna actividad física pueden resentirse. Especial cuidado con esto deben de tener las personas cuya profesión la mantienen durante mucho espacio de tiempo en misma postura, por ejemplo sentadas.
La edad: Las personas mayores son más propensas a sufrir algún tipo de contractura muscular. Cuando envejecemos, como es normal, también lo hacen nuestros músculos, perdiendo elasticidad.
El deporte: En el deporte, como no podía ser de otra manear, hay muchas opciones de sufrir algún tipo de contractura puesto que se hacen muchos y muy diversos tipos de ejercicios. La realización inadecuada de ellos puede provocarnos sufrirlas.
La mala hidratación: Las células musculares necesitan de una buena hidratación para su buen funcionamiento. La falta de líquido hace que el músculo pueda irritarse y, por consiguiente, aumenten las opciones de sufrir una contractura muscular. Si quieres saber más sobre la importancia del agua para la vida en general, te invito a que leas el siguiente artículo: El agua y su importancia.
Estado de preocupación o estrés: ¿Tienes una contractura y no sabes por qué? Valora la opción de que puede ser que te esté preocupando algo sobremanera y ésto provoque, por tu estado de tensión en ese momento, esa irritación en los músculos.
Tipos de contractura muscular
Posturales: Este tipo de contractura muscular suele llevar con ella un dolor o molestia leve. Se produce cuando se realiza de forma inadecuada distintos gestos o posturas. ¿Quién no se ha despertado nunca con molestias en la zona del cuello? Estaríamos hablando de este tipo de contractura muscular.
Postraumáticas o defensivas: Estaremos hablando de contractura postraumática cuando nos aparece después de haber sufrido un golpe. Esto es así debido a que los músculos que rodean a la zona afectada se activan y se esfuerzan mas de lo que pueden con el fin de proteger dicha zona afectada. Un accidente de tráfico sería, por lo general, un ejemplo de este tipo de contractura.
Contracturas por hipotonía: Se produce cuando un músculo esta débil y aún así lo sobrecargamos. El músculo para evitar que suceda algo peor, como es una rotura de fibras, nos avisa mediante la contractura para que paremos.
En el ámbito deportivo también podemos distinguir dos tipos, dependiendo de si se sufre durante el esfuerzo físico o una vez lo hemos acabado.
Durante el esfuerzo físico: Para poder producir el movimiento que le pedimos realizar a nuestro cuerpo cuando hacemos ejercicio, lo que hace el organismo es metabolizar sustancias activas. Estas sustancias se transforman en metabolitos, o lo que es lo mismo, en sustancias de desecho. La contractura muscular, por tanto, se produce cuando el organismo no puede depurar estas sustancias de desecho por diversos motivos, como puede ser por que le pedimos llevar un ritmo mayor que el que puede soportar.
Después del esfuerzo físico: Es provocado, o bien por la realización de un mayor esfuerzo físico del recomendado, lo cual hace que el músculo no pueda volver al estado de reposo, o por el estiramiento de la fibra. En cualquier caso nos produciría dolor que puede conllevar a lesiones de mayor o menor importancia.
Consejos para prevenir la contractura muscular
- Lleva una vida saludable.
- Dale importancia la postura. Procura tanto caminar como sentarte con la espalda bien recta.
- Realiza ejercicios y/o yoga de forma regular.
- Intenta eliminar de tu cabeza las preocupaciones. Una opción para ello es la de practicar métodos de relajación o si hace falta acudir a un especialista para que te ayude.
- Procura evitar, en la medida de lo posible, estar en una misma posición durante mucho tiempo.
- En el ámbito deportivo, el primer y mas importante consejo es el de realizar un buen calentamiento previo al ejercicio físico. Para ello, nunca debe de ser inferior a los 10 minutos de duración y centrarnos especialmente en aquellas zonas del cuerpo que vamos a ejercitar. Para conocer más sobre ello y su importancia, puedes acudir al siguiente enlace: Calentamiento.
- Al acabar el ejercicio físico es importante realizar una serie de estiramientos, ya que con ellos se facilitará la recuperación de nuestros músculos. Además, con ello disminuiremos las opciones de que aparezcan las tan molestas agujetas.
- Cuando se empiece a hacer ejercicio ten presente tus limitaciones y no hagas más de que lo puedes. Además, hazlo siempre de forma progresiva, poco a poco ve aumentando el ritmo de los ejercicios.
Tratamiento
Reposa la zona afectada: Lo dice el sentido común. No hay mejor remedio para tratar una contractura que el dar descanso a esa zona.
Termoterapia (aplicación de calor): El calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten y facilite, por tanto, la depuración sanguínea del músculo afectado. Además, el calor en sí mismo tiene efectos relajante y analgésico, por lo que notaremos mejoría casi de forma inmediata.
Realiza baños de contraste de agua fría y agua caliente: Esto hará que los vasos sanguíneos se contraigan y se dilaten continuamente. Así, facilitaremos la circulación en esa zona.
Masajes: Mediante la realización de movimientos fuertes y circulares en la zona afectada. Siempre y cuando sean realizados por especialistas, ya que en caso contrario es muy posible que sea contraproducente, puesto que nos dejará peor de lo que estábamos. Si quiere mas información al respecto y está pensando en pedir cita, puedes acudir al siguiente enlace: Masajes
Antiinflamatorios: Por último, también existen distintos antiinflamatorios que ayudan a eliminar la contractura muscular. Emplearlos únicamente cuando sean recomendados por un especialista.
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