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Cebolla, propiedades de un alimento funcional increíble
Los alimentos funcionales, ciertamente, son los que presentan efectos específicos positivos para la salud humana, más allá de la nutrición básica. Diferentes especies del género Allium se han considerado de mucho interés desde la más remota antigüedad y se han utilizado ampliamente hasta la actualidad (1, 2). cebolla propiedades
La cebolla (Allium cepa L.) es una planta medicinal muy conocida y cultivada alrededor del mundo como condimento alimenticio por su sabor picante, aroma, valor y propiedades medicinales (3, 4).
Cruda, asada o cocida, se trata de un ingrediente que aporta a nuestros platillos fibra, minerales y vitaminas (2, 5).
Composición nutricional
La cebolla contiene un alto contenido de agua (87-94%) y bajo aporte calórico. La proteína oscila entre 0,5 y 1,4%; el contenido lipídico en torno a 0,2% y los carbohidratos de 4,5 a 10%. Es rica en fibra, en potasio, y presenta cantidades significativas de calcio, hierro, magnesio y fósforo. Además de ser fuente de vitamina C, E y del grupo B (1, 5, 6, 7).
Pero el mayor interés de este alimento se refiere a sus compuestos bioactivos. Entre estos compuestos se encuentran los fructanos, oligosacáridos, arginina y selenio, sin embargo, gran parte de los beneficios para la salud y la mayoría de los estudios sobre ellos se centran en los compuestos organosulfurados como los S-alqu(en)il-L-cisteína sulfóxidos y los flavonoides (1, 6, 7).
En la cebolla puede haber dos grupos de flavonoides: el primero, las antocianinas que dan el color rojo a ciertas variedades y en segundo, los flavonoles tales como las quercetinas, que son más abundantes (4).
Por otro lado, los compuestos azufrados son los responsables de su aroma, y éste se activa con la ruptura celular del alimento, es decir, cuando cortas la cebolla. Algunos de estos compuestos presentes en la cebolla son el disulfuro de alilpropilo y la alicina (2, 8).
Igualmente, la cebolla es rica en ácidos orgánicos y sus sales como el citrato malato y oxalato pudiendo llegar en total hasta 0,7 mg/ 100 gr (4).
Beneficios
Existen numerosos estudios sobre la potencial actividad biológica de la cebolla, especialmente propiedades anticancerígenas, hipolipemiantes, efectos cardioprotectores, actividad antibiótica y propiedades antioxidantes (1).
Sistema gastrointestinal
La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal. Los fructooligosacáridos contenidos en la cebolla son agentes prebióticos, que en otras palabras, facilitan el desarrollo de la flora intestinal y previenen numerosas enfermedades. Mitiga el estreñimiento y evita infecciones intestinales (2, 5, 9).
En cambio, el potasio junto con su aporte bajo en sodio le confiere propiedades diuréticas (5).
Enfermedades cardiovasculares
La cebolla juega un papel en la protección del corazón y los vasos sanguíneos, gracias a dos de sus componentes: la quercetina y los compuestos azufrados (10).
La quercetina es el flavonoide más abundante, y es el que presenta mayor poder antioxidante. Se ha observado que la quercetina puede disminuir los niveles de lípidos en sangre (LDL y TC) en modelos animales y también, que puede disminuir la presión diastólica en sujetos hipertensos (2, 6, 10, 11).
Como resultado, el consumo de quercetina ha sido asociado con la disminución del riesgo de padecer enfermedad coronaria (4, 5).
Igualmente, los compuestos azufrados han despertado gran interés por su efecto protector ante enfermedades cardiovasculares, dado que disminuyen los niveles plasmáticos de colesterol y triglicéridos, previenen o retrasan la oxidación de las grasas en los alimentos y actúan como antiagregantes plaquetarios y, al igual que la quercetina, son hipotensores (2, 4).
Obesidad y diabetes
La quercetina tiene la capacidad de reducir los procesos inflamatorios agudos y crónicos, algunos de ellos asociados con la obesidad y la diabetes. Este flavonoide puede estimular la lipolisis o apoptosis en los adipocitos disminuyendo así el contenido de grasa corporal y la resistencia a la insulina (2, 6, 12).
Cáncer
Diferentes investigaciones epidemiológicas sugirieron una relación inversa entre la ingesta de cebolla y cáncer de colon, esófago y próstata. Los flavonoles y compuestos organosulfurados han mostrado tener propiedades inhibidoras de tumores en estudios en animales (3, 10).
Investigaciones
Un metaanálisis reciente demostró como resultado que el consumo de grandes cantidades de vegetales Allium redujo el riesgo de cáncer gástrico. E igualmente, los resultados fueron similares para los vegetales Allium individuales, incluida la cebolla (7).
El estudio de casos y controles, que se llevó a cabo en Italia y Suiza, también informó que el consumo de ≥7 porciones de cebolla por semana, protege contra el cáncer de esófago (7).
Posteriormente, en otros estudios se comprobó la inhibición que causa el extracto de cebolla en la telomerasa para evitar que está, indujera la creación de células anormales y para disminuir la proliferación de células cancerígenas (3, 13).
Mecanismos
Los polifenoles tienen un efecto protector frente a la peroxidación lipídica. Actualmente se sabe que los productos de la oxidación producen radicales libres y compuestos tóxicos que ocasionan procesos inflamatorios en diferentes sistemas como el digestivo o circulatorio (14).
Se ha demostrado que la quercetina previene la evolución celular cancerosa. Una investigación demostró que este compuesto puede actuar como un inhibidor del receptor NRP-1 qué activa una señal que produce la generación de tumores. Además, se ha reportado inhibición cancerígena del ciclo celular en cáncer colorrectal y de esófago (3, 5, 7).
Por otro lado, se ha reportado que los compuestos azufrados de la cebolla, al menos en estudios en animales, inhiben la carcinogénesis en la fase II del ciclo celular, evitando la proliferación de células anormales (3, 4).
En resumen, los flavonoides y los compuestos azufrados actúan en diferentes fases del ciclo celular durante la carcinogénesis. Los principales efectos sobre el ciclo celular son la inhibición de la fase del crecimiento y la reproducción celular, haciendo que la célula no pueda dividirse. Otros compuestos actúan sobre la mitosis, e incluso otros, actúan directamente sobre agentes que causan el padecimiento. La evidencia más sólida, se muestra sobre todo, en cánceres del tracto gastrointestinal, aunque faltan estudios clínicos que lo comprueben (3, 4, 5, 7, 10, 13).
Cebolla, propiedades
Conclusión
En definitiva, podemos afirmar que el consumo de la cebolla debe ser de consumo habitual en nuestra alimentación. Es un alimento funcional que, por las sustancias bioactivas que presenta, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, dislipidemias, infecciones, resistencia a la insulina, trastornos intestinales y hasta cáncer.
Del mismo modo, para lograr un buen estado de conservación, hay que colocarla en un lugar fresco y seco; y si al utilizarla sobra un poco, envuélvela en papel film y guárdala en el refrigerador para que no pierda sus propiedades y puedas utilizarla más adelante (5).
Cebolla, propiedades de un alimento funcional increíble
Bibliografía
- Colina, C. (2018). Evaluación de las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes de la cebolla procesada como ingrediente funcional “in vitro” y por modelo animal. Universidad Complutense de Madrid, 9.
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Cebolla, propiedades de un alimento funcional increíble
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3 Comentarios
La verdad si es muy buena la cebolla yo la uso mucho en la comida y para remedios caseros.
Excelente artículo. Un alimento tan nutritivo, no debe faltaren la mesa. Felicidades.
Increíble alimento