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Trastorno de alimentación: Bulimia
La buena nutrición está basada en consumir todo tipo de alimentos, en la cantidad que nuestro cuerpo necesita para funcionar adecuadamente y mantenernos en un estado de salud adecuado.
Desafortunadamente a lo largo de nuestra vida tomamos malas decisiones y pagamos las consecuencias. Tendemos a consumir excesos de azúcares y carbohidratos refinados. Desde edades tempranas, éstas malas decisiones pueden llevarnos a desarrollar un trastorno de alimentación. Uno de esos desórdenes es conocido como Bulimia, y ese es nuestro tema el día de hoy.
Bulimia
Qué es la Bulimia
¿Has escuchado este término alguna vez? La bulimia es un trastorno de alimentación que se ve con mucha frecuencia. Usualmente se presenta en adolescentes y adultos jóvenes, es decir que puede iniciar desde los 12 años y seguir incluso en los treintas,
Este desorden se da cuando la persona no quiere aumentar de peso, pero tampoco quiere dejar de comer cierto tipo de alimentos. Esto lleva a que se tengan períodos en los que es capaz de comer cantidades muy grandes de alimentos. Este período es conocido como “atracón”; luego de este episodio, la persona siente culpabilidad, vergüenza y arrepentimiento.
Al sentir estos malestares, la persona siente la necesidad de corregirlo y cree erróneamente que, si se provoca el vómito o se purga, va a conseguir equilibrar la situación y poder seguir con ese patrón.
¿Qué tipo de alimentos se ingieren en los atracones?
Usualmente los atracones se dan con alimentos poco saludables, como lo son los carbohidratos refinados y las grasas saturadas.
En primer lugar, debemos dejar claro que los carbohidratos los necesitamos para estar saludables, sin embargo, tendemos a elegir carbohidratos refinados o muy procesados. Este procesamiento hace que los carbohidratos pierdan sus bondades nutritivas y nos dejan en desventaja con el exceso de azúcar que ingerimos.
¿Cómo podemos evitar caer en este patrón de alimentación?
Es importante reconocer que tipo de alimento estoy ingiriendo. Por ejemplo, las frutas, vegetales y leguminosas nos van a aportar distintas cantidades de azúcares, pero también nos aportan fibra, vitaminas y minerales, los cuales benefician nuestro estado de salud.
Los alimentos procesados por otro lado nos aportan cantidades significativas de azúcar refinada y grasa, las cuales se absorben rápidamente y crean adicción a su consumo. Mientras más comamos este tipo de alimentos, mayor será la necesidad que tenemos de consumirlos. Lo ideal sería que se consuman rara vez.
Bulimia
¿Qué síntomas puede dar la bulimia?
Las personas que presentan este trastorno van a tener hinchazón en las manos y pies, distención abdominal, dolor de garganta, caries dentales provocadas por el reflujo de los jugos gástricos, debilidad e incluso aumento de peso.
Cuando una persona recurre a estos métodos con regularidad, muy pronto va a ser un trastorno crónico y por ende, será más complicado de abandonar.
Aunque se quiera dejar de comer en exceso y luego vomitar o purgarse, es difícil detenerse, hasta que ya se sienta una molestia grande, producto de la llenura.
¿Se puede saber a simple vista si alguien sufre de bulimia?
Las personas con bulimia, tienden a realizar esta actividad en secreto, usualmente esperan a que su familia esté durmiendo, o cuando se está solo en el cuarto o en algún otro lugar en el que se sabe que no van a haber interrupciones.
Esas personas usualmente no presentan cambios en el peso, o se da incluso un aumento de peso. Como mencionamos anteriormente, las personas con bulimia, presentan episodios de arrepentimiento. Durante este periodo las personas tienden a ayunar durante días o lapsos largos de tiempo, pero justamente después de eso tienen un atracón. Este proceso de ayuno y atracón se repite una y otra vez en un ciclo sin descanso.
Actitudes
El paciente con bulimia tiene actitudes características. Si queremos identificar si un adolescente o adulto está sufriendo este trastorno, debemos prestar atención a las siguientes actitudes:
La persona tiende a realizar mucho ejercicio, tratando de quemar las calorías que ingirió en exceso.
Toma laxantes por lo menos una vez a la semana.
Al terminar de comer, se dirige inmediatamente al servicio sanitario (a provocarse el vómito).
¿Hay indicadores físicos de la bulimia?
Debido a que la persona se introduce los dedos en la boca para provocarse el vómito, los nudillos empiezan a sufrir lesiones, provocando pequeñas cicatrices en ellos.
Al vomitar, los jugos gástricos entran en contacto con los dientes, esto provoca que el esmalte se pierda y los dientes se van tornando de color amarillo.
Usualmente la persona tiene un peso normal o un ligero sobrepeso, aunque va a fluctuar de uno al otro estado.
Las mejillas se van a hinchar, debido al maltrato al que se ven sometidas cuando se induce el vómito.
La persona sufre de deshidratación. Esto genera un desequilibrio en los electrolitos, disminuyendo el potasio. Esta disminución provoca cansancio, debilidad, bradicardia, taquicardia y finalmente insuficiencia renal.
Al utilizar laxantes con regularidad, la persona se volverá dependiente, causando estreñimiento crónico.
Tratamiento para la bulimia
Este trastorno se debe a que la persona tiene baja autoestima y una percepción errónea de su imagen corporal. Al saber reconocer estos factores, es importante buscar ayuda integral, es decir que no vamos a pretender cambiar las cosas nosotros solos.
Hay que trabajar con la ayuda de un psicólogo, para mejorar esa visión personal de cada individuo, ese amor y auto respeto que van a hacer que la persona se sienta satisfecha y realizada con si misma. Se debe romper el ciclo que se describió anteriormente, de ingesta excesiva y ayuno.
La ayuda de un profesional en nutrición será de suma importancia para que el paciente haga consciencia de su composición corporal. Así no se dejará engañar por pérdidas de peso no significativas o duraderas, producto de la deshidratación.
¿Se puede prevenir la bulimia?
Los trastornos de alimentación no se presentan de la noche a la mañana, se dan por un proceso en el cual la persona ve afectadas sus emociones y su psique. Esta afectación en la visión que tenemos de nosotros mismos como seres humanos, crea un desequilibrio incluso químico a nivel cerebral.
Es por esto que la persona repite el ciclo una y otra vez aunque en su interior sepa que no está logrando su objetivos de bajar de peso, y que por el contrario, está dañándose cada vez más.
Si se trata de un adolescente, se debe estar atento a las señales para poder prevenir que la enfermedad avance. Si ya se está presentando el trastorno es muy importante buscar ayuda de un psicólogo que nos enseñe a regular emociones y evitar que el trastorno progrese.
Responsabilidad de quién…
Como en todos los desórdenes de alimentación se dan cambios químicos a nivel cerebral, no hay un único culpable del avance de la enfermedad.
Si un adolescente desarrolla alguno de estos desórdenes, no se puede culpar a sus padres o incluso al mismo adolescente.
Es por esto que es vital estar pendiente de los signos externos de la enfermedad.
Estrategias para evitar desarrollar un trastorno de alimentación
Desde edades tempranas, se debe tener una actitud adecuada hacia las comidas, conociendo cuál es nuestro requerimiento de nutrientes y eligiendo alimentos de calidad con alto valor biológico para consumirlos.
Tener un estilo de vida saludable, con buena alimentación, actividad física y buenos hábitos de higiene tanto física como mental.
Estimular el desarrollo de actividades o pasatiempos no relacionados con la alimentación.
Estar Alertas
Estar pendientes del estado de ánimo de las personas cercanas a nosotros, notando si hay cambios significativos en su comportamiento.
En caso de que sea un adolescente, estar al pendiente de si es víctima de bulling por su apariencia física, ya que esto puede ser un detonante del trastorno.
Vigilar si la persona come mucho en determinados momentos y si después de esto recurre a alguna excusa para alejarse. O si, por el contrario, no come y luego aparecen envolturas de alimentos escondidas por ahí.
Informar
Si nos enteramos de que alguna persona es víctima de un trastorno de la alimentación, debemos informar a algún familiar, o profesional en salud. Si la persona afectada es alguien muy cercano a nosotros, debemos tener en cuenta que debemos ser claros y directos abordando el tema y no minimizándolo.
La persona necesita ser escuchada y comprendida para poder realizar cambios y modificar ese comportamiento. Debemos acompañar en el proceso de terapia y acatar las indicaciones de los profesionales, a fin de que el paciente mejore.
Salida de este trastorno
Si hay salida para este tipo de trastorno, pero se debe ser paciente y seguir las indicaciones brindadas. No podemos pretender que, sin buscar ayuda, logremos salir de este círculo que envuelve cada vez más a la persona que lo sufre. Para esto hay servicios que deben trabajar de la mano como la psicología y la nutrición para acompañar a la persona en el camino de su recuperación.
Ya con un poco más de conocimiento, sigamos nutriéndonos adecuadamente y mejorando nuestra calidad de vida. Nos hablamos la próxima semana.
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