La alimentación y el cáncer están íntimamente relacionados. Es más, nuestra forma de alimentarnos puede contribuir en su desarrollo. Concretamente, hasta en un 35%. No obstante, en algunos tipos de cáncer, se asocia hasta en un 80%. Es el caso, por ejemplo, del cáncer de mama, de próstata y de colon. Por tanto, la alimentación es fundamental en su prevención y tratamiento.
Contenidos
Alimentación y cáncer : factores de riesgo
La aparición de cualquier proceso oncológico depende de uno o más factores. Los más importantes son:
- Obesidad: sobretodo, para el cáncer de mama. Por un lado, las grasas ingeridas permiten absorber sustancias tóxicas. Por otro lado, el tejido graso acumulado favorece la producción de toxinas. En la obesidad, además, es frecuente la hiperglucemia. Éste es otro factor de riesgo, por la producción de citoquinas. Por eso, mantener un peso saludable es esencial.
- Carnes rojas o procesadas: influyen en el cáncer colo-rectal y de próstata, debido a sus aminas biógenas. Éstas provienen de su cocción a altas temperatura.
- Alcohol: se asocia, sobretodo, al cáncer de mama. Unido al tabaquismo, el riesgo aumenta significativamente. Especialmente, en el cáncer de boca, de laringe y de esófago.
- Tabaco: contiene benzopireno. Este componente está relacionado con el cáncer de pulmón.
- Conservas con alto contenido en sal: son un factor de riesgo en el cáncer de estómago. Así mismo, en el nasofaríngeo y de garganta.
Alimentación y cáncer: alimentos favorables
Los nutrientes más importantes en la enfermedad oncológica son:
⮚ Verduras crucíferas (col, coliflor, col de Bruselas). Contienen glucosinolatos. Éstos poseen propiedades anticancerígenas.
⮚ Productos derivados de la soja. La soja contiene fitoquímicos. Éstos ejercen una acción estrogénica moderada. Sin embargo, no son recomendables en algunos casos. Ciertamente, debe evitarse si se ha padecido cáncer de mama de origen hormonal.
⮚ Productos derivados del tomate. El tomate es rico en licopeno. Éste tiene efecto protector en el cáncer de próstata. Se absorbe mejor en productos cocidos. La cocción favorece su concentración.
⮚ Pescado azul: es especialmente beneficioso su aporte de ácidos grasos Omega 3.
⮚ Calcio: su relación con el cáncer es bidireccional. Por un lado, resulta favorable en el cáncer colo-rectal. Sin embargo, es contraproducente en el cáncer de próstata.
⮚ Selenio: Se encuentra en cereales, harinas, carnes y pescados. Participa en vías protectoras del cáncer de colon.
Alimentación y cáncer: suplementos dietéticos
La suplementación se aplica en casos de ingesta alimentaria insuficiente. Es decir, si no se cubren los requerimientos energéticos y nutricionales. Las estrategias más utilizadas son:
– Enriquecer con alimentos. Alimentos diversos diluidos en diferentes platos. Además, deben tener alta densidad nutricional. Algunos de ellos son: leche en polvo, tapioca o harina de frutos secos. También pueden ser válidos por su fácil dilución: la clara de huevo, aceite de oliva, mantequilla, nata, leche, etc..
– Suplementos por vía oral: indicados para evitar consecuencias de las carencias nutricionales. Los suplementos aumentan el valor calórico y nutricional de la dieta. Otros de sus objetivos son: tolerancia al tratamiento, calidad de vida, etc…
Tipos de suplementos nutricionales orales
Existe una amplia variedad de suplementos nutricionales. Algunos son completos. Otros, en cambio, contienen alguno/s nutrientes. Eso sí, todos difieren en sabor, textura y olor. Los más comunes son:
- Glutamina y Arginina: se asocian a la protección contra las infecciones. Por otro lado, estimulan la función del sistema inmunitario. La dosis sugerida es del 25-35% de los aminoácidos totales de la dieta.
- EPA y DHA: Disminuyen la producción de citoquinas pro-inflamatorias.
Por último, no existe evidencia científica suficiente para los antioxidantes. Es el caso de las vitaminas A, E o C. De igual manera, tampoco está demostrada la eficacia de suplementos de betacarotenos ni de ácido fólico.
Problemas nutricionales en la enfermedad oncológica
En algunos casos, son consecuencia de la enfermedad. En otros casos, son causa del tratamiento. Los más comunes son:
- Saciedad temprana: se debe a la presión física del tumor.
- Anorexia: la pérdida de apetito puede derivar de la retención de líquidos. En otros casos, de motivos psicológicos. Algunos son la angustia, la depresión o el miedo a perder la vida.
- Alteraciones del gusto: debidas a la quimioterapia. Afectan, sobretodo, a platos de proteína animal, con sabores amargos o metálicos. Con menor frecuencia, afectan a sabores dulces, salados y agrios. En cualquier caso, se buscan platos más condimentados.
- Efectos bucales: sobretodo, en cáncer de cabeza y cuello. La radioterapia suele causar úlceras bucales. En otros casos, disminución y espesamiento de la saliva. En los más extremos, incluso, dificultades para la deglución.
- Náuseas y vómitos: aunque son frecuentes, no las padecen todos los pacientes. Tampoco afectan con igual intensidad.
- Diarreas.
Complicaciones
- Alteraciones de la respuesta inmune: suelen ser efecto de la quimioterapia. En muchos casos, se dan en el trasplante de médula ósea.
- Caquexia: es la pérdida extrema de masa muscular. Por otro lado, implica alteraciones metabólicas. Concretamente, la absorción de grasas y carbohidratos. La caquexia solo mejora con la evolución favorable de la enfermedad. Es un estado de desnutrición grave.
Recomendaciones para molestias en pacientes de cáncer
- Aumentar el apetito: ejercicio moderado, vistosidad de los platos, comidas pequeñas y frecuentes.
- Mejorar la percepción de sabores: higiene bucal antes de comer, bebidas de sabor limón, ofrecer cubiertos de plástico, evitar comidas calientes.
- Alivio de úlceras bucales: higiene bucal, alimentos blandos y fríos, evitar sabores intensos, masticar lentamente.
- Sequedad de boca: alimentos lubricantes (salsas, mantequillas, caldos), caramelos y chicles sin azúcar.
- Facilitar la deglución: inclinar la cabeza, evitar alimentos pegajosos, grumosos, verduras enteras.
- Náuseas y vómitos: limitar grasas, evitar olores fuertes, reposar después de comer.
- Diarreas: dieta astringente, evitar lactosa.
- Alteración del sistema inmune: evitar el yogur, verduras y frutas crudas. No tomar alimentos no pasteurizados. Del mismo modo, evitar alimentos poco cocinados.
- Estado de caquexia: tratar síntomas que interfieran en la ingesta.De esta forma, mediante fármacos que estimulan el apetito. En otros casos, con aquellos para tratar la depresión. Sobretodo, son imprescindibles los suplementos proteicos.
Prevención dietética del cáncer
La alimentación y el cáncer están claramente vinculados. En cualquier caso, debe aplicarse una alimentación equilibrada. Ésta es una estrategia básica de prevención. A su vez, se debe limitar el consumo de sustancias tóxicas. Las más importantes provienen de: carnes rojas, alcohol, sal y azúcar refinados.
Recomendaciones dietéticas generales
En primer lugar, es fundamental un consumo abundante de productos vegetales. En segundo lugar, el tratamiento nutricional debe ser personalizado. Su planificación dependerá de:
- la localización y la gravedad del tumor;
- del estadio de la enfermedad;
- Además, debe considerarse el tratamiento médico. Así mismo, son importantes los problemas nutricionales;
- Por último, la sintomatología secundaria. Dichos síntomas pueden estar causados por la enfermedad oncológica y/o por el tratamiento (quimioterapia, radioterapia).
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