Si has pinchado en este artículo, es muy probable que estés con la mosca detrás de la oreja. Puede que aún no te hayas hecho un test, o quizá te lo hiciste pero ha salido negativo, y aún así no te fías. ¿Quieres saber qué síntomas tiene un embarazo? Échale un vistazo a este artículo.
Contenidos
El cuerpo nos avisa
Ya sea planeado o no, cuando sospechamos que podríamos estar embarazadas, se disparan nuestras alarmas. No en vano, la naturaleza se ocupa de que la especie se perpetúe, y por ello nuestro cuerpo nos manda algunas señales cuando nos embarazamos, para poder poner atención y cambiar aquellos patrones de conducta que puedan ser perjudiciales para el nuevo ser humano en desarrollo.
¿Estaré embarazada?
En las primeras semanas del embarazo, los niveles de una hormona que sólo se produce durante el embarazo y que se llama gonadotropina coriónica humana (hGC para las amigas) aumentan mucho. La hGC, junto con el cambio en los niveles de progesterona y otras hormonas de tu cuerpo, generan síntomas que te avisan de que algo está pasando.
Te voy a contar cuáles son los más habituales, pero ¡ojo! Puede ser que en tu caso los tengas todos, algunos o ninguno, o incluso que tengas alguno diferente.
Síntomas del embarazo más habituales
No te baja la regla
Es muy probable que si te estás preguntando ¿estaré embarazada? Es porque la ruler aún no ha hecho su aparición estelar este mes. La inmensa mayoría de las mujeres dejan de menstruar cuando están embarazadas, aunque existe una pequeñísima proporción de casos en los que la mujer menstrúa algunos o todos los meses durante el embarazo. Pero no te ralles, es extremadamente raro que ocurra esto, y médicamente se aleja de la normalidad.
Por otra parte, en este punto debo hablarte acerca del sangrado de implantación, que aparece un par de semanas después de la fecundación. Se produce cuando el óvulo fecundado anida en la pared del útero dispuesto a seguir creciendo y convertirse en un bebé, y es habitualmente menos abundante y de diferente aspecto que el flujo menstrual, pero puede confundirse con la regla. En estos casos, la mujer está embarazada pero cree que como le vino la regla no lo está, y la sorpresa llega al mes siguiente, cuando se produce la segunda falta y los síntomas suelen ser evidentes. Aquí tienes más información sobre el sangrado de implantación.
Los síntomas del embarazo menos agradables: Náuseas y/o vómitos
Las náuseas son las reinas de la fiesta hormonal. Cuando estaba embarazada de mi primer hijo, vomité hasta en el autobús urbano. Con el segundo no vomité ni una sola vez, pero las náuseas fueron el primer síntoma; un día por la mañana iba a hacerle unos arrumacos a mi pareja y de la nada sentí el estómago revuelto y ganas de vomitar; pensé «o me da asco este hombre, o estoy preñá». Y como (afortunadamente) lo primero no era, pues fue lo segundo.
Es muy probable que, si estás embarazada, las náuseas y la sensación de revoltura (y también muy a menudo los vómitos) sean tus compañeros durante las primeras semanas. La buena noticia es que habitualmente se pasan (o al menos se alivian) a partir de la semana 12. En unos pocos casos (espero que no te ocurra) se da la hiperméresis gravídica, que básicamente consiste en que estás como la niña del exorcista hasta el día que nace tu bebé. Si pasadas unas semanas las molestias persisten y vomitas hasta el agua, ve al médico.
Sensibilidad a los olores y sabores
Cuando te embarazas, el compañero inseparable de las náuseas suele ser una nueva dimensión del olfato (y a veces también del gusto). Eres capaz de sentir olores que antes no hubieras notado (podrías competir con tu perrito) y los que antes eran habituales, se pueden convertir en una pesadilla. Por ejemplo, puede que de un día para otro no toleres el perfume habitual de alguien cercano, o que en el portal te cruces con alguien que acaba de apagar un ducados y tengas que salir a la calle vomitar (verídico, le pasó a mi mejor amiga).
Al principio del embarazo, hasta una inocente manzana te puede provocar náuseas
Respecto a las comidas, puede ser que te empiece a dar asco algo que antes te gustaba (en el primer embarazo yo no podía ver cebolla o pollo crudo), y también es probable que tengas avidez por algunos alimentos. Los favoritos de todas las preñis del mundo son las cosas ácidas, pero también te puede da por los donuts o las latas de sardinas. Yo sobreviví las primeras semanas a base de crackers y cosas para untar. No es lo ideal, pero al principio habrá días que no podrás comer como una persona normal. No te ralles y hazlo lo mejor que puedas. Después, cuando te sientas mejor, ya te alimentarás bien. Si quieres saber más sobre alimentación en el embarazo, te lo contamos aquí.
Tetas mutantes
Otro de los cambios que ocurren muy rápido cuando te embarazas es el aspecto de tus senos. Un día por la mañana te estás vistiendo y notas que, de un día para otro, es como si tu sujetador favorito hubiera encogido. Intrigada, te miras al espejo y ¡oh, sorpresa! Tus pechos están más grandes y muy probablemente las areolas de tus pezones más oscuras. Y si te toca el combo completo, grandes venas azules se verán a través de la delicada piel. Dependiendo de cómo te llevaras antes con el tamaño de tu delantera, estos cambios pueden ponerte muy contenta o fastidiarte bastante, pero es lo que hay.
Otro síntoma temprano de embarazo en relación al pecho es que vas a notar que están doloridos, tirantes, como le ocurre a veces a algunas mujeres cuando les va a bajar la regla. Esas molestias deberían aliviarse con el paso de las semanas. Y aunque no es muy común, a veces se empieza a secretar calostro desde el principio del embarazo. No te asustes si te ocurre, no es nada malo.
Sueño/ No puedes con la vida
Este síntoma del embarazo debe ser común a mujeres de todas las edades a lo largo del planeta. Las primeras semanas del embarazo, incluso antes de que el test te confirme que estás embarazada, tu cuerpo te pedirá que bajes las revoluciones, y lo pedirá sin contemplaciones. Sentirás que te ha pasado un camión por encima y/o que te ha picado una mosca tse-tse. Yo en mi primer embarazo (vivía en Madrid) me quedé dormida en los baños del FNAC.
Con el segundo, llegba del trabajo por la tarde y lo único que podía hacer era tumbarme y ver la vida pasar, no podía ni hacerme un bol de cereales ni mucho menos cualquier tarea de la casa. En la medida de lo posible, escucha a tu cuerpo y duerme/descansa cuando te lo esté pidiendo. Es importante que lo hagas, y te prometo que este estado de cuasi narcolepsia no durará para siempre. Son unas semanas al principio, y después volverás a la normalidad.
Te transformas en una drama queen
El tiovivo hormonal del comienzo del embarazo tiene otro entretenido efecto secundario. Tus emociones se verán también afectadas, y puede ser que de repente el anuncio de papel higiénico te de muchísima pena o que sientas que nadie te comprende y estás sola en el mundo (aunque no sea así). Cuando te pase esto, de nuevo, escucha a tu cuerpo y deja salir las emociones. Conversa con tus personas cercanas de confianza. Una de las mejores partes de estar embarazada es tener la «excusa» perfecta para validar todas y cada una de tus emociones, y el resto de personas normalmente están más proclives a validarlas también, dado que te encuentras en una suerte de estado de inmunidad gravídico diplomática por unos meses.
Otros maravillosos síntomas del embarazo
¿Continuamos para bingo? En esta fabulosa tómbola fisiológica también te pueden tocar síntomas como migraña , cambios en el patrón de defecación, gases, o incontinencia urinaria.
Y esto es sólo el principio…
Si tu embarazo continúa, algunos de estos síntomas pueden permanecer o incluso empeorarse (como la incontinencia urinaria; si te preocupa el tema y quieres prevenirla o mejorarla échale un vistazo a esta entrada). Otros, como el sueño irresistible o las náuseas, normalmente mejoran pasado el primer trimestre. Ánimo.
Si tienes estos síntomas del embarazo pero no hay embarazo
Si sientes o has sentido alguno o varios de estos síntomas del embarazo, tienes retraso en el periodo hace más de dos semanas y el test sale negativo, ve al médico. Con un análisis de sangre se confirmará si hay o no embarazo, y si no es así, podrás descartar otros problemas de salud que estén generando los síntomas.
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