¿Copa menstrual?
Así es, tal como lo escuchas. Copa= contenedor de líquidos; Menstrual= referente a la menstruación. Ya te vas imaginando de qué va esto ¿verdad?
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¿Una copa? ¿Para la regla? ¿Pero qué me estás contando?
Vamos por partes. Obviamente, no es una copa al uso. No es de cristal, ni de cerámica, ni sirve para brindar ni tomar líquidos. La copa menstrual es un dispositivo que se inserta en la vagina cuando tienes la regla y contiene el flujo menstrual, sin absorberlo. Habitualmente está hecha con silicona de grado médico.
Este sencillo invento (que es menos moderno de lo que podría pensarse, pero se está poniendo de moda en la actualidad) me cambió la vida, y puede cambiar la tuya. Te explico por qué.
¿Qué aspecto tiene una copa menstrual?
Fíjate en la foto. Claro, tiene forma de copa. Mide unos 4-6 cm de alto, unos 3-4 de diámetro y puede contener entre 25 y 45 ml de flujo menstrual. Es blandita, suave y flexible, y su peso es imperceptible.
¿Y cómo se supone que debo meterme eso en la vagina?
Ponerse una copa menstrual es muy sencillo. Si has usado tampones alguna vez, es casi lo mismo. Para poder introducirla, hay que plegarla o hacer un rollito con ella (aquí tienes algunos ejemplos). Como es súper flexible, se dobla sin ningún problema. Una vez plegada, se introduce suavemente en la vagina y se posiciona en la mitad del canal vaginal, ni muy arriba ni muy abajo. Si te fijas, tiene un palito en la base; ese palito debe quedar justo en la apertura de la vagina, sin sobresalir.
Una vez introducida, se abre solita como una flor y hace contacto con tus paredes vaginales, generando vacío, de tal forma que es imposible que haya escapes. Según este estudio, es altamente improbable que te manches cuando la llevas puesta; si te ocurre, seguramente es porque está mal colocada. por el contrario, cuando está bien puesta, no notas que la llevas y puedes estar sin preocuparte de ella muchas más horas que con las compresas y tampones.
Vale, ya tengo puesta la dichosa copa menstrual…¿Y ahora cómo me la saco?
Para extraerla, tienes que introducir un poco uno o dos dedos en tu vagina y presionar el borde de la copa para romper el vacío. Después, la sujetas y tiras de ella suavemente hacia abajo. Te aseguro que has tardado más en leer esto que lo que vas a tardar realmente en quitártela.
Cuando ya está fuera, vacías el flujo menstrual, la enjuagas con agua y te la vuelves a poner. Así de fácil.
Te dejo un vídeo donde puedes hacerte una mejor idea de cómo se pone y se quita la copita.
Pero…pero… ¿Me estás diciendo que tengo que tocar mi flujo menstrual?¡¡¡Qué ascazo!!!
No necesariamente tienes que tocarlo. Si se pone y se quita correctamente, tus dedos no entran en contacto con el flujo. De todas formas, no es tan terrible mujer. La sangre menstrual es mucho más limpia de lo que los fabricantes de tampones y compresas nos han hecho creer. La sangre recién salida del útero no huele mal, sino que tiene un suave olor a hierro. Lo que ocurre es que, al exponerse al oxígeno del aire, comienza a oxidarse y las bacterias empiezan a actuar sobre ella, generando olores desagradables. Sin embargo, cuando usas la copa menstrual, la descomposición no alcanza a ocurrir, y por ello al usarla estarás libre de malos olores sin necesidad de perfumes que pueden irritarte y que dañan tu flora vaginal.
Por otra parte, y como te cuento en esta entrada, socialmente la menstruación está muy mal vista. Hemos aprendido desde pequeñas a sentir asco y vergüenza por un proceso que es consustancial a la condición de ser mujer. La sangre menstrual genera más rechazo que la que se derrama en accidentes, guerras, etc., pese a que es la única que brota sin violencia.
Por ello, replantéate por qué tienes que sentir asco de tu propio cuerpo, que mes a mes hace un inmenso trabajo generando las condiciones para que puedas engendrar vida (independientemente de que queramos o no ser mamás, o de que queramos serlo en algunas etapas de la vida y no en otras). Nos podemos sentir más o menos cómodas con la regla, pero bastantes agresiones sufrimos a diario las mujeres a lo largo del planeta como para agredirnos a nosotras mismas sintiendo asco y rechazo hacia lo que nuestro cuerpo hace tan sabiamente.
Mmm… bueno, vale. Superado el asquito… qué ventajas tiene la copa menstrual con respecto a lo que yo uso?
¡Esta es la mejor parte! Con la copa menstrual todo son ventajas. Cuando las conozcas vas a querer probarla inmediatamente… y cuando lo hagas, te va a pasar lo que me pasó a mí: nunca más volví a usar una compresa ni un tampón de los desechables.
Higiénica y beneficiosa para la salud
Seguramente estás pensando que este cacharro tiene que ser un nido de bacterias, un pestilente foco de infección. Todas lo hemos pensado antes de saber de qué iba esto. Sin embargo,querida, nada más lejos de la realidad. Bien utilizada, la copa menstrual es la forma más higiénica de gestionar tu flujo menstrual. Antes de estrenarla y al final de cada periodo menstrual, se esteriliza hirviéndola en agua durante 5 minutos. Al estar hecha de silicona médica, no tiene poros (microscópicos, obviamente) donde las bacterias se puedan quedar agarradas ni escondidas. Y, como te conté más arriba, la sangre sale limpia de tu cuerpo y queda contenida en la copa sin contacto con el aire, por lo que no se descompone.
Y en este punto tengo que contarte, amiga mía, que las compresas y tampones desechables están diseñados para que parezcan de puro, blanco suave algodón, pero nada más lejos de la realidad. Contienen altas cantidades de fibras sintéticas, plásticos, y son blancos porque se utiliza una gran cantidad de blanqueantes es su fabricación. Estos componentes, en contacto con la delicada piel de la vulva y/o la mucosa vaginal pueden generar irritación, picor y alergias y cargarse el delicado equilibrio de tu sana flora vaginal, que son unas bacterias estupendas que están ahí por una buena razón, cumpliendo la importante labor de defenderte de infecciones. Y no me cansaré de repetirlo, lo que genera el mal olor es el contacto de la sangre con el aire y con estos productos que muchas veces no permiten que tu piel respire adecuadamente, porque el flujo menstrual no huele mal.
Ecológica
Para algunas mujeres muy concienciadas con la contaminación ambiental, la sostenibilidad es la principal razón por la que comienzan a usar la copa menstrual. A otras, esto les da un poco igual. No sé cómo lo verás tú, pero te dejo un dato que a mí me dejó bastante flipada: una mujer puede usar a lo largo de su vida fértil un promedio de 10.000 compresas y/o tampones desechables, y esa basura tarda en promedio 300 años en degradarse. Así que, aunque para ti no sea el principal objetivo, al usar la copita estarás dejando descansar un poco a nuestro pobre planeta sin hacer ningún esfuerzo adicional.
Económica
Pensarás que ahora sí que se me ha ido la pinza, definitivamente. ¿Cómo que económica, si la he visto por internet y las de marcas más conocidas cuestan mucho más que un paquete de compresas? Bueno, obviamente si quieres que tu copa tenga todas las garantías de calidad y seguridad, tendrás que hacer una inversión al principio. Peeeero abre la calculadora de tu móvil, calcula lo que te ibas a gastar mensualmente en compresas y tampones desechables, y echa cuentas: te aseguro que en unos 4-6 meses ya has amortizado la inversión.
Aún no lo ves claro? Ahhhh…lo que pasa es que se me olvidó comentarte un «pequeño» detalle…la copa menstrual, bien utilizada, te puede durar 10 años o más en perfecto estado. Piensa lo que te vas a ahorrar en ese tiempo (y lo que te vas a comprar con ese ahorro).
Cómoda y Práctica
La copa menstrual no es cómoda y práctica, es lo siguiente…es otro nivel, el nirvana de la comodidad. Si la llevas bien puesta (y ya verás que es muy fácil de poner) no notarás que la llevas. depende un poco de cómo sea tu flujo menstrual y del día de la regla en el que estés, pero con la talla adecuada puedes llegar a estar hasta 12 horas sin tener que vaciarla y sin fugas. ¿Haces deporte? Con la copa se pueden practicar todos los que se te ocurran sin que se mueva ni existan fugas y también podrás nadar y bañarte en cualquier parte (olvídate de que se vea el hilito del tampón asomando por el bañador o bikini).
La copa menstrual se adapta a tu vida en cualquier contexto
Hablando de deportes, si tu deporte favorito es el sexo y vas a tener relaciones sexuales con penetración, te la sacas (como te sacas el tampón o te quitas la compresa antes de ponerte al lío). Y si lo que te mola es salir de fiesta all night long como si no hubiera un mañana, tienes dos opciones: no vaciarla hasta en 12 horas, como te he comentado, o si te sientes más tranquila vaciándola, entras al baño público con una botellita de agua y/o una toallita húmeda, y con eso servirá para vaciarla, limpiarla un poco y p´a dentro de nuevo. Al salir del baño te lavas las manos, como siempre, y lista.
Y como bonus track, la copa menstrual te permite una de las cosas que más me gusta de usarla: dormir sin bragas incluso cuando estás menstruando. Y esto no es un fetiche…porque (palabrita de mi ginecólogo), andar sin bragas por la casa es la mejor manera de prevenir la candidiasis vaginal.
Así que ahora que ya sabes todo esto, no hay excusa… deja de leer y ponte manos a la copa.
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