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HOY HABLAMOS DE LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA
¿Tienes intolerancia a la lactosa?
Imagínate en tu primer día de trabajo, fuiste seleccionado entre 35 candidatos, llevas la actitud de cambiar la empresa. Cuando llega tu hora del almuerzo, abres tu lonchería y comienzas a sacar los alimentos que por la mañana destinaste para tu primer día. Sobre tu escritorio, un yogurt griego, un licuado de fresa, un emparedado de jamón con mucha mayonesa, como te gusta y una barra de amaranto. Lo consumes todo y te destinas a continuar trabajando, han pasado 40 minutos de tu almuerzo, cuando de pronto, empieza el ruido en el estómago. Esos retortijones característicos de que algo no va bien ahí dentro. Notas la inflamación abdominal, y sin duda, el dolor abdominal termina por confirmar cualquier duda. Algo en tu almuerzo, no te ha caído bien, ¿pero que?
Inmediatamente recuerdas que la última vez que tomaste licuado de fresa tuviste el mismo malestar y no te queda más que aguardar algunas horas, de malas, incomodo en tu primer día de trabajo, a qué los síntomas cedan. Cuantas veces no hemos escuchado que una persona se queja o tiene malestar intestinal después del consumo de algún alimento lácteo. Es de las circunstancias más comunes y con menos estudios en grupos.
PERO, ¿QUÉ ES LA LACTOSA?
La lactosa es un hidrato de carbono, forma parte del grupo de los disacardidos. Está compuesto por una molécula de lactosa y una molécula de galactosa. Está presente principalmente en los productos lácteos y derivados de lácteos. El ser humano, para poder metabolizar este disacárido. Es decir, para poder romper la lactosa en su forma simple, que sería una molécula de glucosa y una de galactosa, necesita de una enzima llamada lactasa. Ésta se produce en la primera porción del intestino delgado desde el nacimiento con la lactancia y disminuye su producción cuando está de interrumpe.
La intolerancia a la lactosa es uno de los trastornos gastrointestinales más comunes en la población, cerca del 40% en el mundo la padecen. Forma parte de una serie de intolerancias en que las causas pueden ser semejantes en una y otra.
De forma natural, el ser humano produce lactasa intestinal durante la lactancia para metabolizar las grandes cantidades de lactosa que ingiere. Al concluir el periodo de lactancia, la producción de lactasa intestinal disminuye abruptamente. A los 2 años, un ser humano produce alrededor del 10% de la lactasa que producía durante la lactancia. Sin embargo, esa cantidad de lactasa intestinal es suficiente para metabolizar las cantidades ahora consumidas por medio de alimentos lácteos.
La intolerancia a la lactosa se caracteriza por la aparición de síntomas gastrointestinales, posteriores a la ingestión de una cantidad mínima de lactosa. Estudios recientes demuestran que una persona sana comenzaría con síntomas (intolerancia a la lactosa) después de la ingestión de 50 g de lactosa. Esto equivalente a 1 litro de leche; mientras que una persona con digestión deficiente de lactosa, comenzaría con síntomas de intolerancia a partir de 12.5 g de lactosa. Esto es equivalente a 250 ml de leche.
MECANISMO DE ACCIÓN
El mecanismo de acción comienza al ingerir una cantidad de lactosa. Al llegar la lactosa intacta al intestino delgado y no existir lactasa para comenzar la degradación de la lactosa. Comienzan a producirse ácidos grasos de cadena media, hidrogeno y metano como mecanismo de defensa del organismo. Con esto busca poder degradar la lactosa presente en el lumen intestinal. Mientras esto ocurre la fermentación generada por los gases producidos provocan inflamación intestinal, movimiento intestinal y dolor abdominal como principales síntomas. Generalmente la aparición de síntomas se da de 30 minutos a 2 horas después de la ingestión de lactosa.
Es importante reconocer y diferenciar la intolerancia a la lactosa de la digestión deficiente de lactosa. Son situaciones relacionadas la una de la otra, sin embargo, son diferentes en cuanto a definición y mecanismo.
La digestión deficiente de lactosa hace referencia a la nula o poca producción de lactasa, que es la enzima necesaria para metabolizar la lactosa. Por otro lado, la intolerancia a la lactosa hace referencia a la aparición de síntomas gastrointestinales posteriores a la ingestión de algún tipo de lácteo.
SÍNTOMAS
Los síntomas más comunes de la intolerancia a la lactosa son movimientos intestinales, distensión abdominal, producción de gases. En algunos casos donde se da la aparición de diarrea. Los alimentos lácteos con mayor reporte de aparición de síntomas gastrointestinales son leche, chocolate con leche, pastel y yogurt.
En muchas ocasiones se suelen confundir los síntomas de intolerancia a la lactosa con síndrome de sobrepoblación bacteriana o enfermedad inflamatoria intestinal. Como colitis ulcerosa o CHRON. Por lo que es importante, realizar el diagnóstico por medio de pruebas de aliento con lactosa o lactulosa. Esto permite descartar intolerancia a la lactosa o sobrepoblación bacteriana.
¿SE NACE INTOLERANTE A LA LACTOSA?
Una persona puede volverse intolerante a la lactosa debido a diferentes causas. Por ejemplo resección de una porción del intestino delgado, seguir dietas en donde se restringe el consumo de lácteos o consumo excesivo de lácteos.
El posible tratamiento de la intolerancia a la lactosa es realizar pequeñas exposiciones controladas y a tolerancia de lactosa. Es decir, consumo progresivo de este hidrato de carbono hasta aumentar la tolerancia. O bien, consumo de pastillas de lactasa, 2 tabletas, 10 minutos antes del consumo de algún alimento lácteo.
Es importante resaltar que durante la orientación alimentaria, el nutriólogo evaluará por medio de un cuestionario la gravedad de la intolerancia a la lactosa. Descartará de la dieta alimentos que ya están identificados que producen malestar.
Una de la dietas más ampliamente estudiadas para las afecciones gastrointestinales es la llamada dieta “FODMAP”. Ésta se caracteriza por eliminar alimentos fermentables de la dieta, para irlos consumiendo progresivamente. Y de este modo identificar cuál es el alimento causante de los malestares en el paciente. Es una dieta que debe ser estrictamente vigilada por un nutriólogo y controlada en cuanto a macronutrimentos y fibra.
¿LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA ES IGUAL A LA ALERGIA A LOS LÁCTEOS?
Es necesario saber que la intolerancia a la lactosa y la alergia a los lácteos son cosas totalmente diferentes. Muchas veces se tratan por igual. La intolerancia es la aparición de síntomas producto de la inactividad de la lactasa intestinal. Mientras que la alergia a la lactosa se refiere a que nuestro organismo reconoce como extraña la proteína de la leche llamada caseina. Por este motivo empieza a producir histamina e IgE para enfrentar al agente extraño.
LN. Luis Sadot Cruz Aquino
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