Realfooding no es, por ahora, una palabra aceptada en el diccionario de la RAE. Sin embargo, algunos anglicismos como Foodie o influencer se han abierto paso en nuestro idioma gracias a su popularidad en las redes sociales. Estas palabras describen tendencias o gustos, y se utilizan para etiquetar contenido. Recientemente, gracias al confinamiento, muchos hemos pasado más tiempo en internet, y a la vez hemo tenido que enfrentarnos a la comida en casa 24/7.
Así, muy probablemente hayas descubierto una palabra o hashtag con el que no estabas familiarizado: el Realfooding, que es un concepto creado por el nutricionista español Carlos Ríos en 2018.
Contenidos
¿En qué consiste el Realfooding?
El Realfooding consiste, a grandes rasgos, en poner atención sobre qué alimentos elegimos y comemos. Ríos define el movimiento como “ un estilo de vida basado en comer alimentos reales y evitar los ultraprocesados. Un movimiento que defiende el derecho a la alimentación saludable de las personas, una revolución que combate el lado oscuro de la industria alimentaria con conocimiento y conciencia ”. El Realfooding es, pues, un reclamo hacia una dieta sin alimentos ultraprocesados que dañan la salud que busca informar a la población y aumentar la conciencia pública acerca de este tema.
El movimiento comenzó en las redes sociales, donde Ríos fue ganando popularidad gracias a su forma sencilla y amena de exponer esta temática. La cuenta de Instagram del nutricionista tiene actualmente 1,4 millones de seguidores, mientras que el perfil @realfooding cuenta con 1,3 millones.
Alimentos reales vs. productos ultraprocesados
Los alimentos reales son aquellos que provienen directa o casi directamente de la naturaleza. Alimentos como verduras, frutas, semillas, legumbres, pescado, huevos, carne, aceites sin refinar, especias y frutos secos. Por otro lado, existen alimentos que no proceden directamente de la naturaleza, sino que están elaborados por la industria humana. En las últimas décadas, la industria alimentaria ha ido modificando alimentos reales para satisfacer las necesidades de los consumidores, aumentar la vida útil de los alimentos (por ejemplo, las verduras congeladas, cuyo grado de procesamiento es mínimo), pero, fundamentalmente, para crear combinaciones de texturas, olores y sabores que conviertan a los alimentos en productos poco nutritivos e hiperpalatables que generan mucho estímulo en nuestros sistemas de recompensa, y con ello nos llevan a querer consumir cada vez más.
La compra Realfooding
El mejor lugar para encontrar comida real son los mercados, las carnicerías, pescaderías, fruterías y verdulerías. En el supermercado también puede encontrarse comida real, dado que los alimentos envasados con un nivel mínimo de procesamiento como pueden ser las legumbres secas, las verduras, pescados y mariscos congelados, algunas latas de conserva o el aceite de oliva extraído en frío también son alimentos saludables y nutritivos, pero la mayor parte de los productos que ahí se venden no lo son. Si en la etiqueta hay más de 3 a 5 ingredientes, es casi seguro que ese alimento es un ultraprocesado con más perjuicios que beneficios para nuestra salud.
Existe en la actualidad una relación suficientemente demostrada entre el consumo de ultraprocesados y la inflamación sistémica, que deriva en tasas más elevadas de sobrepeso y obesidad, síndrome metabólico, patologías cardiovasculares, cáncer o enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer. Por ello, lo mejor es disminuir al máximo el consumo de este tipo de productos.
¿Es complicado llevar a cabo el Realfooding?
A la hora de la compra, irás a la segura si compras alimentos sin envoltorio, lo más parecidos a la forma que tienen en su medio natural. Y si el producto tiene envoltorio y etiqueta y no estás seguro, existen varias aplicaciones gratuitas que indican si un alimento es ultraprocesado o no.
Ya en casa, uno de los principales enemigos de la comida real es la falta de tiempo (real o percibida) para cocinar. Si no tenemos tiempo (o no nos gusta) cocinar, será más probable que pidamos comida basura u optemos por preparados prefabricados del súper. Sin embargo, debemos eliminar la creencia de que comer comida real es difícil. De hecho, no lleva tanto tiempo como imaginamos. No hay que tener un doctorado en física cuántica para hacer unas pechugas de pollo o un filete de salmón a la plancha y preparar una ensalada sencilla con verduras de diferentes colores y que incluya algunas fuentes de grasa saludable como aceite de oliva, aceitunas y/o aguacate. Y si necesitamos un snack, la fruta y los frutos secos son una opción perfecta.
Abuelas Realfooder
Por otro lado, los guisos y potajes de toda la vida también son Realfooding; de hecho, comer comida de verdad significa, en gran medida, volver a las comidas y recetas que nuestras abuelas han preparado durante años. Ellas sabían en todo momento las materias primas que usaban para cocinar y lo que ponían en los platos de sus familias. Y si bien es cierto que ya no tenemos el tiempo para cocinar a fuego lento como ellas lo hacían, las ollas exprés y robots de cocina son grandes aliados. Párate unos minutos a pensar el tiempo que inviertes al día en mirar redes sociales o realizar actividades que no le aportan nada bueno a tu salud física, mental y emocional. Destinar una parte de ese tiempo a cocinar comida real te aportará grandes beneficios.
Receta Realfooding: Berenjenas rellenas de quinoa
Aunque se ven y suenan muy sofisticadas, estas berenjenas rellenas de quinoa son realmente fáciles de hacer,. Están inspiradas en los tradicionales vegetales rellenos (sean calabacines, tomates o berenjenas), pero el relleno tradicional de arroz / pan rallado / carne / queso se reemplaza por un sabroso relleno de quinoa. La quinoa es una excelente alternativa al arroz, ya que no es un cereal y es mucho más nutritiva. Además, los piñones y las semillas de calabaza le dan al relleno un crunchy muy satisfactorio.
Ingredientes
- Dos berenjenas
- 2 zanahorias
- Un puerro
- 1 diente de ajo finamente picado
- Una taza de quinoa blanca o mezcla de quinoa blanca, negra y roja
- Un puñado de piñones
- 1 puñado de semillas de calabaza
- Una cucharada de aceite de coco
- Medio manojo de eneldo finamente picado
- 1/2 manojo de perejil, finamente picado
- Sal marina
- Pimienta negra al gusto
- Una pizca de mejorana
Preparación
- Lavar bien las berenjenas y secarlas con papel de cocina.
- Cortar las berenjenas por la mitad a lo largo y sacar la pulpa, reservando la parte externa.
- Espolvorear la pulpa de las berenjenas con sal, dejar escurrir 10 minutos en un colador, enjuagar bien y reservar.
- Cocinar la quinoa en el doble de agua.
- Rallar las zanahorias y cortar el puerro en rodajas.
- En un bowl mezclar todos los ingredientes para el relleno: pulpa de berenjena, zanahoria, puerro, ajo, quinoa, especias, eneldo o perejil y aceite de coco.
- Rellenar las mitades de berenjena con la mezcla y hornear durante 25 minutos a 200 grados.
Te ayudamos a cuidarte:
🤸♀️Mejora tu forma física, salud y autoestima aquí.
😁Vive sin ansiedad aquí.
🍉Alimentación para aumentar tu masa muscular aquí.
💪Entrenamiento para aumentar tu masa muscular aquí.
😴Evita el insomnio aquí.
✅Puedes encontrar las mejores ofertas de Amazon haciendo click aquí.