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¿Qué es la enuresis nocturna?
La enuresis nocturna podemos definirla como la micción involuntaria que sucede mientras se está dormido en aquellas personas que ya por edad, aproximadamente cinco años, no debería de suceder. Esta enuresis, o dicho de forma coloquial, ese «mojar la cama» se considera un problema cuando sucede dos veces por semana en un mínimo de tres meses consecutivos. Es una afección no tiene gravedad como tal ya que, por norma general, suele desaparecer sólo con el tiempo, pero debemos de prestarle atención ya que el niño puede sentirse mal por este suceso y perder toda su autoestima, lo que le podría provocar problemas en el futuro. Por ello, los padres deberían de afrontar el problema con naturalidad y hacerle ver que es algo común y que con el tiempo desaparecerá el problema.
En este artículo nos centraremos únicamente en la enuresis nocturna, pero existe también una enuresis diurna y si deseas saber más sobre el tema te invito a acudir al siguiente enlace, ya que aunque tienen muchas cosas en común, también existen algunas peculiaridades que las diferencian. Enuresis diurna. Además, es importante no confundir este término de enuresis con el de nicturia, ya que las personas que sufren de esta afección no mojan la cama, si no que simplemente tienen la necesidad de levantarse varias veces durante la noche para orinar.
Ahora sí pasaremos a hablar sobre esta afección. Para ello hablaré de los dos tipos distintos que existen, de las distintas causas que pueden hacer que nuestros hijos la sufran y finalizaré hablando sobre los distintos métodos que existen para poder prevenirla. ¡Vamos a ello!
Tipos de enuresis nocturna:
Decimos que un niño tiene enuresis nocturna primaria cuando en ningún momento ha tenido control sobre su vejiga por las noches, por lo que es un problema que ha tenido de siempre, en cambio hablamos de enuresis nocturna secundaria cuando el niño no ha tenido problemas en este sentido durante un periodo mínimo aproximado de seis meses, y de repente le aparece el problema y se empieza a mear en la cama.
El primer caso es el más común de los dos y estudios demuestran que los niños se ven más afectados por esta situación respecto a las niñas. A medida que se va creciendo, por lo general, este problema debería de ir desapareciendo.
Causas:
Cuando nacemos, el cuerpo necesita de tiempo para ir consiguiendo conexiones entre todas sus partes. Con el tema que estamos tratando en el artículo las conexiones que nos interesan son las que se realizan entre el cerebro la vejiga y el riñón. Cuando éstas se realizan de forma eficiente y se desarrollan como deben, el niño no debe de tener problemas en controlar su vejiga y por tanto poder pasar una noche plácida, al menos en lo que se refiere a este problema. Pero cuando existe un desarrollo menor del normal puede provocar problemas:
- En el cerebro: Cuando una persona adulta, durante el sueño, tiene ganas de ir al servicio se suele despertar automáticamente, pero cuando esto sucede en un niño donde el cerebro aún no está lo suficientemente desarrollado puede provocar que éste no se despierte y que por tanto se lo haga en la cama.
- Riñón: Un desarrollo insuficiente de este órgano puede provocar un aumento de la producción de la orina. Por tanto nos aumente las ganas de orinar.
- En la vejiga: La falta de desarrollo provoca la reducción del espacio. Y a menor espacio en la vejiga, más facilidad para rellenarla y por tanto más posibilidades de hacer pis en mitad de la noche.
Otros factores posibles de la enuresis nocturna:
Estrés:
Ese primer factor es seguramente el más común de todos. Cuando cualquier persona sufre de estrés le suele provocar diversos cambios en el funcionamiento interno del cuerpo. El problema estará mas acentuado si hablamos de los niños. Por tanto, cualquier modificación que se produzca en sus vidas, como una mudanza, una separación de sus padres, un cambio de colegio, etc.. puede provocar que aparezca esta incontinencia urinaria. Y por consiguiente esto provoque se haga pis en la cama mientras duerme.
Ronquidos:
Cuando una persona ronca las vías respiratorias pueden, en cierta manera, quedar bloqueadas. Y esto hace que durante un periodo breve tiempo la respiración pueda detenerse. En consecuencia, hace que se modifique el equilibrio químico del cerebro y por tanto puede aparecernos este problema de no poder controlar los esfínteres de manera correcta. Hay que decir que no es el factor más común pero también puede darse.
El sueño:
De igual manera que sucede en una persona adulta, el controlar e intentar tener un sueño pleno y satisfactorio es muy importante para el buen funcionamiento corporal. En caso de los niños pequeños, esta posible falta de sueño o el no tener un buen horario de éste puede provocar que sufra este problema a la hora de irse a dormir.
Genética:
El factor hereditario también tiene un papel importante en este asunto. Si alguno de los dos padres tuvo este problema a a partir de los cinco años de edad, puede ser que su hijo también lo padezca. De hecho se calcula que sucede esto en el 40% de los casos si se trata de un sólo padre, en cambio de un 70% de posibilidades si le sucedía tanto al padre como a la madre.
Y además…
Estreñimiento:
Cuando nos encontramos con un intestino lleno puede presionar la vejiga, al estar tan cerca de ella, y provocar que el niño no pueda controlarla como debiera. Además, una señal de que puede estar sucediendo esto es si notamos que nuestro hijo cuando va a hacer sus necesidades siente dolor y/o le cuesta hacerlo.
Distintas enfermedades:
Por ejemplo enfermedades de riñón o de vejiga puede provocar que el niño tenga problemas para controlar sus esfínteres, tanto de noche cuando duerme como cuando está despierto. Una muestra de que puede tener este tipo de enfermedades es si vemos que tiene dificultades para orinar o que lo hace de forma muy frecuente.
En este grupo de enfermedades que pueden ser causantes de este problema también debemos incluir la neurológica, aunque no es lo más normal que suceda.
Afecciones médicas
Por ejemplo, la diabetes: Lo que hace es dificultar al cuerpo la descomposición correcta de los alimentos. Y esto puede afectar a distintas partes del cuerpo como por ejemplo al corazón, al sistema neurológico, a los vasos sanguíneos o a los riñones. Este último es el que nos interesa sobre todo si hablamos de enuresis.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: Muchos estudios hablan de que esta afección también puede ser causa de este problema. Y esto se debe a la alteración química del cerebro que tienen las personas con este trastorno.
Medicamentos:
Cuando hablamos de medicamentos, hay que tener mucho cuidado a la hora de tomarlos y saber en todo momento lo que debemos de tomar y lo que no. Ya que por ejemplo en este caso del que estamos tratando, medicamentos neuroléticos como la olanzapina, la risperidona o la dozapina se ha demostrado que pueden producir enuresis o incluso aumentar sus efectos.
Recomendaciones:
- Hablar con él o ella cuando veas que está empezando a mojar la cama por las noches. Cálmalo y hazle saber que es algo normal y que sólo es cuestión de tiempo que solucione el problema.
- Por tanto, evita regañarle y que te vea cabreado para que no se sienta culpable e impedir así que pueda desarrollar problemas emocionales.
- Para evitar esto, puedes pedirle ayuda para cambiar la ropa mojada o las sábanas al día siguiente. Con ello el niño verá que no es nada grave.
- Que no se convierta en un tema de burla en la familia y/o amigos.
- Procura que no beba demasiado líquido antes de irse a la cama, ya que puede adelantar la necesidad de ir al baño.
- Recomiéndale que orine cada noche antes de acostarse.
- No es recomendable despertar al niño durante la noche para evitar que moje la cama. Esto le hará tener un peor descanso y le acostumbrarás además a despertarse en mitad de la noche para ir al servicio.
- Y como consejo último, y siempre si ves que la mejora es clara y continúa, puede apuntar en un calendario las noches que no ha mojado la cama con el objetivo de motivarlo. Si por contra la evolución aún no es clara elimina esta recomendación ya que le hará mas mal que bien.
¿Cuándo debemos acudir a un especialista?
A estas edades debemos de informar al pediatra de todo lo que le suceda a nuestros hijos y con la enuresis nocturna no iba a ser menos. Por ello, si notamos alguno de los siguientes síntomas debernos de acudir a él para que le haga un examen clínico completo, sobre todo de la vejiga y los riñones, para procurar prevenir cualquier complicación futura. Estos síntomas son los siguientes:
- Cambios en la cantidad y la frecuencia de orinar durante el día.
- El color de la orina es turbio o rosado.
- Aparecen manchas de sangre en la ropa interior.
- Dolor al orinar.
- Moja la cama por la noche durante una serie de días, es decir, no siendo algo puntual de un día.
- Cambios en su estado de ánimo.
- Orina de forma casi automática tras situaciones que le causan risa, tos o tras realizar una actividad física.
¿Existe un tratamiento efectivo para la enuresis nocturna?
Existen una serie de medidas que si las seguimos correctamente nos puede ayudar a tratar esta afección tan molesta en nuestros hijos. Estas son las siguientes:
Ejercicios de vejiga:
Ejercicios de Kegel: El objetivo de este ejercicio es el de incrementar la capacidad de la vejiga. Para ello, hace que el niño aprenda a retener voluntariamente la orina y posponga la micción durante periodos cada vez más largos. Para realizarlo correctamente tiene que seguir una serie de pautas que son:
- El niño comenzará bebiendo dos vasos de agua. Cuando éste manifieste urgencia de orinar, deberá avisar a sus padres y éstos le pedirán que aguante unos minutos más. Al principio la duración de la espera será de 5 minutos y se irá aumentando cada vez más hasta llegar a un máximo de 45 minutos.
- Finalizado el tiempo y antes de orinar tiene que recibir, por parte de los padres, un refuerzo verbal por el esfuerzo realizado. Este refuerzo debe de ser con algo que le sea apetecible al niño.
- Procurar realizar ejercicios de contracción voluntaria de los músculos del esfínter. Para que así el niño, mientras está orinando, pueda cortar la micción (contraiga el esfínter) y la reinicie (relaje el esfínter) varias veces.
- Cada vez que se haga este ejercicio, el niño deberá apuntar el tiempo que ha conseguido aguantar.
Método de alarma (también llamado «Pipi stop»): El objetivo de este método es el de despertar al niño, que detenga la micción y que acabe en el baño. Es el método más utilizado y consiste en colocar una almohadilla que absorbe la orina y esto activa un circuito eléctrico y pone en funcionamiento una alarma que tiene que apagarse manualmente. Este método se basa en:
- La micción va seguida de la alarma (castigo positivo). Inhibir la micción conseguiría que no se produjera el estímulo aversivo negativo (alarma). En este método no es importante si el niño se despierta o no.
Y como último método:
Entrenamiento en cama seca: Se trata de un programa multicomponente que incluye varias estrategias. Estas son:
- Aparato de alarma: Poner un estimulo que indica la aparición de consecuencias negativas (despertarse, cambiar las sábanas, lavarse, etc…) que el niño procurará evitar.
- Despertar programado: Los padres despiertan al niño cada cierto tiempo para que acuda al servicio aunque en ese momento no tenga ganas de orinar.
- Ingestión de líquidos: Se anima a que beba líquidos durante la tarde-noche con el objetivo de que aumenten las ganas de orinar por la noche.
- Entrenamiento de retención: Se realiza durante la primera noche cada vez que se despierta el niño, reforzando así los esfuerzos de retención.
- Consecuencias aversivas:
- Reforzamiento positivo: Aportarle elogios, alabanzas o cosas materiales si consigue tener la cama seca, retrasar la micción, etc…
Medicamentos:
Existen algunos medicamentos que podemos tomar ante esta afección, pero siempre si antes es recomendado por nuestro pediatra. Debido a la edad de las personas que estamos tratando debemos de tener especial cuidado, ya que puede provocarles efectos secundarios de cierta importancia.
- Desmopresina: Con este medicamento conseguiremos disminuir el volumen de líquido mientras se duerme, debido a que reabsorbe el líquido de los riñones. Se recomienda no beber líquido desde una hora antes del consumo de este medicamento para evitar una posible intoxicación.
- Oxibutinina: Con la utilización de este medicamento lo que nos hará será aumentar la capacidad de la vejiga.
- Imipramina: Y por último podemos recurrir a este medicamento, pero teniendo en cuenta que puede provocar efectos secundarios. Por tanto sólo utilizarlo en caso de que realmente resulte un problema esta afección y que además los anteriores medicamentos no hayan surtido el efecto buscado.
Y si lo desea, también puede entrar en el siguiente enlace donde podrá encontrar todos mis artículos publicados hasta ahora: Mis artículos.
Hasta la semana que viene. ¡Sed felices!
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