También conocida como “Rinitis alérgica”, la fiebre del heno es una reacción alérgica producida por el polen u otros alergénos cuando estos ingresan en los conductos nasales. Es bastante común en primavera cuando las plantas comienzan a florecer. Aunque no es una enfermedad muy grave, puede ser muy moleta, por eso, en este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber, mas algunas formas de tratarla naturalmente.
Contenidos
¿Qué es la fiebre del heno?
La fiebre del heno, en ocasiones también llamada polinosis, es una enfermedad con características muy similares a las del resfriado común. Sin embargo, estas dos difieren en un punto muy importante, la primera es una reacción alérgica, mientras que la segunda es causada por un virus.
Cuando un alérgeno, bien sea polen, polvo, ácaros u otro, ingresa a cuerpo, este responde segregando una sustancia llamada histamina. Esta sustancia química es la responsable de los síntomas. Normalmente la histamina cumple con diversas funciones biológicas dentro del organismo, no obstante, en algunos casos, puede causar una respuesta exagerada ante la presencia de ciertas sustancias.
Síntomas de la fiebre del heno
Los signos y síntomas de la fiebre del heno son muy parecidos a los ocasionados por el resfriado común, entre los cuales tenemos:
- Estornudos, en algunos casos ataques de hasta 20 estornudos seguidos, que pueden repetirse a lo largo de todo el día.
- Comezón en la nariz, que puede ser desde muy leve hasta muy intensa.
- Dolor de garganta.
- Tos.
- Oídos tapados.
- Dolor de cabeza, acompañado de fatiga e irritabilidad.
- Secreción nasal acuosa, también conocida como rinorrea.
- Disminución del sentido del olfato.
- Los ojos pueden lagrimear, picar o enrojecerse.
- Congestión nasal.
¿Qué causa la fiebre del heno y como puede evitarse?
Como ocurre con todas las alergias, la mejor forma de hacerle frente a la fiebre del heno es descubriendo que las originas. A continuación, están sus principales causas y cómo podemos evitarlas.
Polen y moho en el exterior
En los exteriores podemos encontrarnos con dos de los principales alérgenos causantes de la fiebre del heno, el polen y el moho. Este par de alérgenos son bastantes comunes, podemos encontrarlos en todos lados, lo que genera mucha controversia, ya que tanto niños como adultos necesitan salir. Así que no se puede evitar estas sustancias en su totalidad, entones ¿Qué podemos hacer? Es muy difícil evitar el polen y el moho disperso en los exteriores, pero si podemos evitar que ingrese al hogar. Para esto se deben de cerrar puertas y ventanas, haciendo uso del aire acondicionado todo lo posible. De igual forma, es recomendable secar la ropa en secadora y no al aire libre para evitar que están moléculas se adhieran a ella.
Ácaros del polvo y moho en interiores
Los alérgenos causantes de la fiebre del heno no se encuentran únicamente en los exteriores, sino que es posible que también aparezcan en interiores. Los ácaros del polvo y el moho que encontramos en interiores también son desencadenantes de esta enfermedad. Esto hace que la casa, la escuela o la oficina sean lugares riesgosos. En la mayoría de los casos, la aparición en interiores de estos alérgenos se debe a falta de higiene.
Tanto el moho como los ácaros del polvo requieren de un poco de suciedad y humedad de para reproducirse. Sin embargo, pueden ir multiplicándose sin que nadie los note, entonces, ¿Qué podemos hacer?
- Los ácaros del polvo pueden sobrevivir al agua tibia y al jabón, así que lo mejor es lavar las sabanas, edredones y almohadas con agua caliente.
- Usar humificadores y vaporizadores no es conveniente, debido a que aumentan la humedad en las habitaciones, permitiendo que el moho y los ácaros del polvo se multipliquen con mayor rapidez.
- Los juguetes de felpa también pueden servir de reservorio para los ácaros del polvo, lo recomendable es sustituirlo por juguetes de algún plástico blando y de tener ropa, que esta sea lavable.
- Recuerda siempre limpiar todos los rincones del hogar para eliminar la suciedad y evitar que estos alérgenos se reproduzcan.
Cuando acudir a un medico
La fiebre del heno es una afección leve y suele aliviarse rápidamente. Sin embargo, debe consultar a su médico en caso de que ocurra lo siguiente:
- Los síntomas no desaparecen aun después de tomar alguna medicina.
- Los medicamentos consumidos para aliviar la fiebre del heno te han provocado efectos secundarios.
- Padecer de alguna enfermedad que pueda complicar la fiebre del heno, tal es el caso del asma, pólipos nasales, entre otras enfermedades de las vías respiratoria.
Tratamiento farmacológico para la fiebre del heno
Farmacológicamente tenemos múltiples alternativas para tratar los síntomas de la fiebre del heno, las más destacadas son las siguientes:
· Antihistamínicos
Es una de las primeras alternativas que consideramos cuando comenzamos a manifestar sistemas de fiebre del heno. Son de fácil adquisición y no requieren de receta médica para poder comprarlos. Vienen las múltiples presentaciones que pueden facilitar su consumo. Es común que produzcan somnolencia, por lo que esta no es motivo de alarma.
· Corticosteroides nasales
Aunque para adquirirlos se requiere de una receta médica, son considerados el tratamiento más efectivo para aliviar los síntomas de la fiebre del heno. Para que sean efectivos e necesario que sean consumidos de forma continua un periodo de tiempo especificado por un especialista.
· Descongestionantes
Suelen ser medicamentos bastante efectivos para algunos síntomas de la fiebre del heno, sin embargo, no es recomendable utilizarlos por más de tres días.
· Vacunas antialérgicas
Suele ser una alternativa en los casos más fuertes de fiebre del heno. Consiste en inyectar un poco del polen causante de la afección en el paciente, e ir aumentando la dosis hasta que el cuerpo cree resistencia.
Es importante resaltar que bajo ninguna circunstancia debe automedicarse, consulte con su médico antes de tomar algún medicamento.
Tratamiento natural de la fiebre del heno
Entre la medicina natural también podemos encontrar muy buenas alternativas para tratar la Rinitis alérgica o fiebre del heno, las más destacadas son:
· La miel
Es un remedio bastante simple y muy agradable por su sabor dulce. Solo se debe tomar una cuchara de miel todas las mañanas y listo.
· Baños por la noche
Se trata de una excelente forma de controlar y prevenir la fiebre del heno, debido a que uando la hacemos, eliminamos todos los restos de polen o polvo que pueden estar ahderido a nuestra ropa, cabello u otras partes.
· Tés de hiervas
Las infusiones elaboradas con manzanilla, regaliz y ortiga son ricas en antioxidantes y antihistamínicos, lo que los hace muy efectivos ante este tipo de afección. Además, gracias a que son bebidas calientes, ayudan a descongestionar la nariz y aliviar el dolor de garganta.
· Ajo y cebolla
El ajo y la cebolla son alimentos con importantes cualidades antialérgicas. Si bien a muchas personas no les agrada mucho su sabor crudo, no es necesario comerlos de esta forma para recibir sus beneficios. Solo se debe incrementar su consumo con las comidas y notaras una mejoría.
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