Cuando hablamos de salud no podemos dejar de hablar de la salud de nuestros ojos, no en vano es uno de los órganos más complejos de nuestro cuerpo y además muchos lo consideran el sentido más importante de todos. Esto es así puesto que sobre el 80% de las emociones que nos llega del exterior son captadas por la visión. Pero desgraciadamente no siempre le damos la importancia que merece y aunque algunos problemas nos aparecen de forma hereditaria, como puede ser la hipermetropía, otros son provocados por no cuidarlos como deberíamos y esto, en consecuencia, hace que podamos llegar a sufrir diversos problemas de visión. Se estima que el 30% de la población española sufre este tipo de problema visual.
Algunos de los problemas de visión que pueden sufrir nuestros ojos son: La miopía, la cual produce una visión borrosa de los objetos que están lejos de nosotros; el astigmatismo, que se produce cuando se ve difuso el contorno de las cosas y las imágenes se nos presentan, en cierta manera, deformadas; la presbicia, la cual en muchas ocasiones se confunde con la propia hipermetropía, que es la dificultad para ver con claridad los objetos que se nos presentan cerca de nosotros; o la hipermetropía, que es en la que nos vamos a centrar en este artículo. Por tanto, ¡vamos a ello!
Contenidos
¿Qué significa que tenemos hipermetropía en nuestros ojos?
Significa que los rayos de luz que recibimos de los objetos del exterior, forman las imágenes detrás de la retina, lo que provoca que ésta imagen que llega a nuestro cerebro llegue de forma muy borrosa. ¿Cuándo puede aparecer la hipermetropía por primera vez? Se podría decir que todos nacemos teniendo hipermetropía, pero a medida que vamos creciendo también va creciendo nuestro ojo y, por tanto, va disminuyendo hasta que llega un momento en el que desaparece. El problema es cuando este crecimiento de ojo es menor del que debería de ser, que entonces, seguiremos sufriendo hipermetropía a lo largo de nuestras vidas. ¿Cuál es su tratamiento? son dos, básicamente: el uso de gafas o lentillas y el de la cirugía.
A partir de ahora nos introduciremos a fondo en el tema. Hablaremos de los distintos síntomas que podemos sufrir; de su clasificación en relación a distintos factores; de los dos principales tipos de tratamientos posibles que tenemos para corregirlo y finalizaré hablando de las consecuencias de este problema en la etapa infantil.
Síntomas de la aparición de hipermetropía en nuestros ojos.
Visión borrosa: Es el principal síntoma de este tipo de problema de visión. Se caracteriza por ver de forma borrosa aquellos objetos que están cerca de nosotros y por tanto, para poder verlos con una claridad mayor es muy común entrecerrar los ojos.
Dolor de cabeza: Puesto que no vemos de forma correcta obligamos a nuestros ojos a esforzarse más, a la hora de enfocar, de lo que debería y esto hace que, normalmente, al final del día puedan aparecer dolores de cabeza. Normalmente estos dolores son leves, pero a veces su intensidad puede ser mayor y provocarnos vómitos y/o mareos. Estos dolores aparecen en la zona frontal de la cabeza.
Ojos enrojecidos: Suele suceder, al igual que sucede con el dolor de cabeza, a final del día. Pueden ir, además, acompañado de irritación ocular y de picor.
Astenopatia: Es lo conocido como visión cansada o fatiga ocular. Se produce cuando se fuerza mucho la vista durante tiempos muy prolongados. Ejemplos donde se ven muy claro son por ejemplo cuando se está delante del ordenador, cuando se ve la televisión de noche con la luz apagada, etc … Para evitar que esto suceda en el ejemplo del ordenador, se recomienda parar de fijar la vista en él cada veinte minutos y descansar mirando distancias lejanas.
Estrabismo convergente: No sucede de forma necesaria en todas las personas con hipermetropía. Debido a que la imagen llega borrosa a nuestro cerebro, el sistema nervioso, de forma involuntaria, busca solucionar este problema colocando el ojo en el sitio natural, es decir en el centro, para facilitar el enfoque.
Existen cuatro tipos distintos de estrabismo convergente:
- Infantil: Suele ser hereditaria y se empieza a presentar al poco de nacer.
- Acomodativo: Provocado por una mayor hipermetropía de lo normal.
- Provocado por deprivación sensorial: Producido por otros factores como pueden ser cataratas, cicatrices en la retina, etc …)
- Provocado por insuficiencia de divergencia: No se da un alineamiento en la visión lejana.
Si deseas saber más sobre el estrabismo, te invito a que sigas el siguiente enlace, donde mi compañera trata más a fondo sobre el tema: Estrabismo
Clasificación de hipermetropías
Hipermetropía dependiendo de su graduación:
Baja: Oscila entre los 0,25 y los 2,25 dioptrías.
Media: Comprendida entre 2,25 y 5,00 dioptrías.
Alta: En cambio, hablamos de hipermetropía alta cuando tenemos mas de 5 dioptrías.
Hipermetropía dependiendo de la anatomía:
Latente: Se compensa con el tono del músculo ciliar (músculo adherido al cristalino).
Manifiesta: En este caso, en cambio, no se consigue compensar con el músculo ciliar. En este caso podemos diferenciar tres tipos:
- Facultativa: Gracias a un esfuerzo acomodativo se llega a la compensación.
- Absoluta: El esfuerzo acomodativo no es suficiente y, por tanto, no llega a compensar
- Total: Es la suma de las dos anteriores. Esto le hace ser la más relevante.
Hipermetropía dependiendo de la acomodación
De curvatura: Se da cuando el cristalino del ojo es más plano de lo normal.
Axial: Se produce cuando el ojo óptico es más corto que el de una persona sin problemas de visión (emétrope).
Índice: En este caso, hablamos de hipermetropía índice cuando aumenta el índice de refracción de los medios del globo ocular transparentes.
Hipermetropía dependiendo de la existencia de otros problemas refractivos
Simple: Es la que se da mas en la población y es cuando el ojo es más pequeño de lo normal, debido a que no ha crecido lo que debería.
Compuesta: Se produce cuando la córnea se aplana y, además, se da un acostamiento del vitreo (gel transparente que se sitúa entre la retina y la cara posterior del cristalino).
Mixta: Como su nombre indica, es una mezcla entre las dos anteriores. Es decir, cuando la córnea es plana y el vítreo es más largo de lo que debería; o bien, cuando la córnea es curva y el vítreo más corto de lo normal.
Tratamientos posibles contra la hipermetropía.
Antes de centrarnos en el tratamiento en sí de este problema de visión, daré algunas recomendaciones que ayudarán a una persona que sufra hipermetropía. Estos son:
- Evita estar mucho tiempo sin parpadear, oblígate a hacerlo ya que así impediremos la sequedad del ojo.
- Emplea gotas que humedezcan el ojo, si lo ves necesario.
- Controla el entorno, es decir, evita situaciones que puedan ser un inconveniente para los ojos, por ejemplo los reflejos o el deslumbramiento.
- Ve a la óptica al menos una vez al año para que el especialista te haga una graduación de la vista.
- Si tienes que estar mucho tiempo delante de un ordenador, procura hacer pausas de quince minutos cuando lleves hora y media/dos horas.
En el ámbito de la óptica, la medida que se usa para obtener la capacidad de refracción del paciente es la dioptría. Cuanto mayor sea este número, mayor será la graduación de lente que necesitarás. Para conocerlo, se necesita ir a la óptica a que te gradúen la vista para conocer, así, tu agudeza visual. Y en base a esto, el óptico te recomendará, o no, que emplees unas gafas o lentillas para solucionar este problema. Debido a que cada ojo es un mundo y no todos los ojos necesitan hacer uso de ellas con un número determinado de dioptrías.
Gafas o lentillas.
Las personas que tienen hipermetropía necesitan de unas gafas con lentes convergentes, para que así los rayos puedan concentrarse en ese punto. Este tipo de lentes se caracterizan por tener el centro de éstas mas gruesas que el borde.
En cuanto a las lentes de contacto, o lentillas, es un método más cómodo que el de las gafas, puesto que una vez estén colocadas en el ojo, a principio suele costar colocarlas, ya te despreocupas. Eso sí, las lentes están hechas de un material mucho más sensible, por lo que se recomienda un cuidado higiénico para evitar posibles infecciones. Además, debes de ponértelas el tiempo que te recomiende el óptico, después debes de sustituirlas por otras.
Cirugía refractiva (Lasik).
Esta técnica, realizada mediante láser, lo que hace es modificar la morfología de la córnea, con el objetivo de eliminar los defectos refractivos del ojo. Con la operación lo que conseguimos es que las imágenes que vemos del exterior ya no se sitúen detrás de la retina, si no que ahora son empujadas muy cerca de la retina o incluso sobre ella. Es, sin duda, la técnica más efectiva para solucionar este tipo de problema de visión. Pero eso sí, es la técnica más cara, ya que suelen rondar los 900€ por cada ojo. Aun así, si estás interesado en este método, te invito a que visites el siguiente enlace: Cita previa gratuita. En él podrás pedir una primera cita totalmente gratuita donde tratarán tu caso.
Hipermetropía en la edad infantil.
Como hemos dicho al principio, muchas personas nacen con hipermetropía. Esto se debe a que aún no está desarrollado del todo su sistema visual. Después de los primeros meses de vida se suele corregir este problema sin necesidad de hacer nada, pero si no se llega a corregir por sí mismo debemos, tanto los padres como incluso los profesores, de procurar prestarle la atención que merece para evitar así que pueda ir a más con el paso de los años. Este ir a más puede llevarnos a sufrir, principalmente, dos tipos de problemas. Estos son:
Ambliopía, o lo que que conocemos como ojo vago: Se produce cuando durante el desarrollo del sistema visual, uno de los ojos (a veces incluso ambos) no lo hace como debería, por lo que prácticamente no haremos uso de él y nuestra visión se centraría en lo que viera el ojo desarrollado. Esto provoca, por tanto, que haya una reducción de la visión.
Estrabismo infantil: Sobretodo cuando este estrabismo es convergente. Es decir cuando el ojo, en cierta manera, se desvía hacia dentro.
¿Cómo podemos saber que nuestro hijo sufre hipermetropía?
- Una primera señal de que algo puede no estar yendo bien es cuando nos damos cuenta de que a nuestro hijo no le gusta hacer ciertas actividades que requieran de un esfuerzo ocular. Algunos ejemplos podrían ser: Pintar, leer cuentos, etc… El motivo podría ser que le cueste demasiado enfocar y le provoque, por tanto, un esfuerzo por el que no quiera pasar.
- Si observamos que, aun realizando estas actividades, tiene dificultades para leer y lo hace, por ejemplo, de forma muy despacio puede ser provocado también por este motivo.
- Si presenta unos resultados académicos pobres también puede ser provocado por esto, ya que le puede impedir enfocar de manera correcta y le haga no poder mostrar toda la atención que debería, además de los posibles dolores de cabeza que puede sufrir.
- A la hora de enfocar algo cercano, como hemos dicho antes suelen «meter el ojo hacia dentro», lo que es una muestra clara de estrabismo convergente.
- Y por último y más evidente, si vemos que nuestro hijo sufre demasiados dolores de cabeza o se arrasca demasiado los ojos.
Hay que tener bien presente esto, ya que en ese caso, por lo general, se suele pensar que es motivado por algún problema mayor cuando únicamente acudiendo, mediante revisiones periódicas, a un oftalmólogo podemos solucionarlo. En cuanto a la forma de solucionarlo es similar a la de los adultos.
Si te ha parecido interesante este artículo y quieres informarte más sobre los distintos problemas que pueden aparecer en nuestros ojos, te invito a que acudas a los siguientes artículos de mis compañeros:
Y si lo desea, también puede entrar en el siguiente enlace donde podrá encontrar todos mis artículos publicados hasta ahora: Mis artículos.
Hasta la semana que viene. ¡Sed felices!
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